La USAL, con la colaboración de la Universidad de Colorado y el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), demuestra que la luz es capaz de forzar una torsión sobre sí misma en ausencia de fuerzas externas. El estudio liderado por el Grupo de Investigación en Aplicaciones del Láser y Fotónica (ALF-USAL) abre nuevas vías para la comunidad científica internacional en la investigación básica sobre las dinámicas de interacción entre luz y materia.