El Sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado que los servicios de salud de diez comunidades autónomas, entre ellos el de Castilla y León, siguen sin poner a disposición de sus profesionales sanitarios de manera generalizada las mascarillas de protección FFP2, con lo que "ponen en grave riesgo su salud y seguridad al ser un colectivo especialmente vulnerable al contagio del COVID-19".