La vinculación entre la Inmaculada Concepción y el ejército español viene de muchos siglos atrás, aunque se suele considerar un punto culminante el denominado “milagro de Empel”: la victoria que el Tercio Viejo de Zamora consiguió el 8 de diciembre de 1585 en Flandes, al conseguir romper un cerco de los rebeldes holandeses justo después de encontrar enterrada una tabla flamenca con una imagen de la Inmaculada Concepción.