El equipo zamorano se vio superado por unos riojanos que no dieron opciones en los tres primeros cuartos a los locales, incapaces de batir a un rival muy efectivo en ataque y contundente en defensa. Cuando los de Saulo Hernández parecían tener opciones de recortar distancias, los visitantes golpearon rápidamente y sentenciaron un choque que culminó en un 63-67.