El Centro de Emergencias 1-1-2 Castilla y León ha atendido a 81 personas, de las que cuatro fallecieron, intoxicadas por monóxido de carbono, por lo que hace una llamada a la prevención vigilando los sistemas de combustión de las calefacciones. El año pasado en Castilla y León fallecieron otras tres personas y se atendieron a 150 intoxicados.