El balance de siniestros mortales y fallecidos en 2024 en Zamora es preocupante y entristecedor dejando un año trágico en el que se han producido 19 fatídicos accidentes mortales que han tenido como consecuencia la muerte de 21 personas que, en diferentes circunstancias, han dejado familias rotas. Además, llama la atención que once de los 19 accidentes se produjeron entre junio y agosto, dejando un verano dramático.
Si comparamos los accidentes mortales y los fallecidos en vías interurbanas con el año anterior las cifras son aterradoras, y es que entre enero y diciembre de 2023 se produjeron en la provincia once siniestros mortales que acabaron con la vida de doce personas, dejando en este último periodo nueve fallecimientos más.
Pero la preocupación es aún mayor en 2024 porque no se registraban tantas muertes en las carreteras zamoranas desde 2017, cuando fueron un total de 23 las personas que perdieron la vida.
Los accidentes mortales de este año en Zamora, uno por uno
El año 2024 no comenzaba en Zamora con buen pie y nada más comenzar enero, el día 7, se producía un accidente mortal en la carretera que une Pontejos y Cazurra debido a la salida de vía de un turismo y fallecía un hombre de 86 años. En ese mismo mes, el 28 de enero, un varón de 40 años perdía la vida en la A-6 en Cerecinos de Campos tras la colisión de dos vehículos.
Ya en febrero, las carreteras de Zamora volvían a teñirse de luto y el día 3 fallecía un varón de 77 años en la N-122 a la altura de Coreses tras la colisión de dos turismos y el 16 de febrero un joven de 39 años perdía la vida en una salida de vía en la N-525 en el término municipal de Camarzana de Tera.
Tras dos meses fatídicos, marzo volvía a recordar con dureza lo efímera y amarga que puede ser la vida y el 20 de marzo un joven de 34 años moría tras la colisión de dos vehículos en la N-630 a la altura de San Cristóbal de Entreviñas y, casi un mes después, el 18 de abril, un hombre de 53 años fallecía en la A-66 a la altura de El Cubo del Vino tras la colisión por alcance del turismo que conducía con un camión.
Los meses de verano no traerían noticias halagüeñas y la tragedia volvía a estar muy presente en Zamora. El 5 de junio se convertía en una de las jornadas más negras en Zamora con dos accidentes que se saldaban con víctimas mortales. El primero de ellos tenía lugar en la A-6 en el término municipal de Villalobos con un grave accidente de un turismo que se salía de la vía y daba vueltas de campana dejando cuatro heridos, entre ellos una niña de tres años. No obstante, horas después y tras el traslado de la pequeña al Hospital de León, se confirmaba la muerte de la menor.
En esa misma jornada, un motorista de 56 años moría en la A-66 a la altura de Montamarta tras una colisión de varias motocicletas.
Pero la crueldad no había acabado en el asfalto zamorano y el 28 de junio, en la N-631 a la altura del cruce de Perilla, una colisión entre tres vehículos se saldaba con dos fallecidos, un hombre de 65 años que resultó ser el fiscal de Zamora, Evaristo Antelo y otro hombre de 85 años.
Cuando parecía que a tragedia no podía cebarse más con Zamora, el mes de julio devolvía una cruda realidad con cuatro siniestros que dejaban cuatro fallecidos. El primero de ellos se producía el 15 de julio cuando un joven de 18 años perdía la vida en una salida de vía a la altura de Rosinos de Vidriales y, tres días después, un ciclista de 77 años fallecía en la ZA-P-1511 en el término municipal de Villaferrueña tras ser arrollado por un turismo.
Por su parte, el 21 de julio el vuelco de un camión en la ZA-100 en Navianos de Valverde dejaba el fallecimiento de un varón, el conductor, de 65 años y ya el 25 de julio el vuelco y la salida de vía de un coche se cobraba la vida de un hombre de 52 años en la A-52 en el término de Mombuey.
Llegaba el mes de agosto y volvía a dejar su peor cara con tres fallecidos. El 6 de agosto fallecía un hombre de 46 años que paseaba con su hijo en bicicleta entre Peleas de Abajo y Jambrina tras ser arrollado por un vehículo, un suceso que conmocionó más allá de la provincia puesto que resultó ser Jokin Perona, el que hasta entonces era diputado foral de Hacienda y Finanzas de Gipuzkoa.
Dos días después, el 8 de agosto, el joven Omar Bruña, de 30 años y muy conocido en el ámbito deportivo zamorano al ser jugador del Santa Croya, perdía la vida en la ZA-123 en Moreruela de Tábara tras la salida de vía del camión en el que viajaba.
El 11 de agosto se registraba una nueva víctima mortal, un motorista de 50 años que fallecía después de la colisión de un turismo y la moto en la que viajaba en la ZA-912 en Villardeciervos y, el 16 de agosto, se confirmaba otra víctima mortal, un hombre de 92 años que fallecía en la CL-527 en Villar del Buey en el choque de dos turismos.
Los últimos accidentes mortales en vías interurbanas de Zamora se produjeron en el mes de septiembre y sobrecogieron a gran parte de la sociedad zamorana debido, en parte, a la juventud de las víctimas. El 2 de septiembre, dos jóvenes, una chica de 17 años y un chico de 20 años perdían la vida a la altura del kilómetro 286 de la A-66 en Morales del Vino tras el vuelco de un turismo y finalmente, el 28 de septiembre, un joven de 21 años fallecía tras la salida de vía del turismo en el que viajaba en la CL-605 en el término municipal de Casaseca de las Chanas.
Así, el 2024 ha sido un año negro para olvidar en la provincia de Zamora.