Los Mossos d'Esquadra detenían este pasado sábado a dos personas e investigan a cinco más como presuntas organizadoras de la 'rave' en una nave abandonada de Llinars del Vallès (Barcelona) que empezó en Nochevieja y que la policía desalojaba este sábado. Han sido arrestados como presuntos autores de un delito de desobediencia grave a los agentes.
Se trata de una fiesta de similares características a la que se produjo en Vime de Sanabria en el mes de agosto, cuando 150 personas utilizaron una parcela amplia de terreno privada para organizar una fiesta que se alargó durante días, con los agentes apostados a la salida del recinto durante varias horas hasta que finalmente intervinieron.
Una situación que se ha repetido en esta localidad catalana. Los Mossos intervinieron los equipos de sonido y material de la fiesta, y organizaron un dispositivo para identificar a los participantes y practicar tests de alcoholemia y drogas a los que iban a conducir.
En el operativo desplazado por la Guardia Civil en la fiesta de Zamora participaron un total de 40 patrullas de seguridad ciudadana, los 12 agentes de la USESIC (Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia), 3 patrullas de la Agrupación de Tráfico, 2 patrullas del SEPRONA (Servicio de Protección Natural) y 2 patrullas de la Policía Judicial.
El director general de los Mossos, Pere Ferrer, ha explicado que los asistentes se enfrentan a sanciones de hasta 3.000 euros, mientras que para los organizadores la multa puede alcanzar los 600.000 euros "por incumplir la normativa" para prevenir contagios de Covid-19.
Hay que recordar que en el caso de la fiesta de Zamora, se interpuso una sanción económica de 126.000 euros al promotor del evento y 92 sanciones de 3.000 euros, aunque en un primer momento se interpusieron 162 denuncias. La multa de mayor importe correspondía al promotor de este evento en una finca privada en la que las multas interpuestas iban desde la acampada ilegal, al consumo de sustancias ilegales, hasta la tenencia de arma blanca.