Así lo ha dado a conocer en rueda de prensa este lunes el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, tras informar que la investigación canónica ha declarado probados los hechos denunciados y la comisión de un delito grave abusos sexuales a menores.
El obispo ha detallado que la pena canónica impuesta es una de las más graves y que supone la privación del ejercicio público del ministerio sacerdotal durante 10 años. Además, el sacerdote tendrá que residir en un monasterio o convento fuera de la Diócesis de Astorga. Así, pasados los 10 años, el cura condenado podrá volver a la Diócesis de Astorga para residir en la Casa Sacerdotal y solo podrá celebrar la eucaristía fuera de la casa previa una autorización expresa.
Ramos Gordón ya estaba cumpliendo pena canónica por otros abusos sexuales a menores considerados probados por la Iglesia, a dos víctimas, una de ellas ya fallecida, por lo que se encontraba en la Casa Sacerdotal de Astorga retirado. Ahora, ha precisado el obispo, la pena es mayor ya que se tiene en cuenta la reincidencia y la mayor gravedad de los hechos. Que la Iglesia haya podido probar son tres las víctimas de Ramos Gordón que sufrieron abusos cuando eran niños.
El obispo ha añadido que ha informado sobre esta resolución al sacerdote y también a la víctima a la que ha pedido perdón en nombre de toda la Comunidad Diocesana. "Quiero expresar al mi dolor por la gravedad del delito cometido, pedí perdón a la víctima en nombre de toda la comunidad diocesana y me puse a su disposición para acompañarle en lo que pueda hacer", ha precisado.