Por ello durante el período de tiempo comprendido entre los días 2 y 8 de junio la Dirección General de Tráfico llevará a cabo una campaña especial de intensificación de pruebas de alcoholemia y drogas en las carreteras de Castilla y León.
Tanto los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como los agentes de las Policías Locales de los Ayuntamientos adscritos a la campaña aumentarán los controles sobre dicho factor de riesgo, con el objetivo de realizar unas 3.500 pruebas diarias de alcoholemia y drogas a conductores que circulen por las carreteras, con un total aproximado previsto de unas 25.000 pruebas.
A medida que la concentración de alcohol en la sangre (BAC) aumenta en el conductor, el índice de accidentes también se incrementa. El aumento de la tasa de accidentes que se deriva de un aumento de la tasa de alcoholemia es progresivo. La ingestión de alcohol produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que pueden entrañar un grave riesgo durante la conducción de vehículos.
Las pruebas no sólo se realizarán en horario nocturno, sino también en horas del mediodía, para que los controles resulten también disuasorios de ingestión de bebidas alcohólicas durante las horas posteriores a la comida.
Según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), alrededor del 25% de todas las muertes en carretera en Europa están relacionadas con el alcohol, mientras que, aproximadamente, sólo el 1% del total de kilómetros recorridos son conducidos por personas con 0,5 g / l de alcohol en la sangre o más.