En plena época de exámenes, la biblioteca del campus Viriato mantiene abiertas sus puertas hasta las dos de la madrugada. Por eso, muchos alumnos apuran hasta última hora de la noche en este recinto con el objetivo de apelar al silencio y a la quietud para afianzar conceptos de sus respectivas asignaturas.
Pero esta madrugada, esa calma quedó rota por una situación rocambolesca. Según testigos presenciales que se han puesto en contacto con zamora24horas, era en torno a la una de la madrugada cuando un alumno entraba al baño, teóricamente para consumir algo de cena. Las normas de la biblioteca impiden que los alumnos consuman alimentos en el recinto, por lo que el guardia de seguridad, que se percató del hecho, acudió a los baños para esperar a que el alumno saliera.
Durante un espacio de media hora estuvo esperando en la puerta, hasta que finalmente el estudiante decidió salir y tras intercambiar unas palabras de reproche por parte de ambos, la situación se complicó y pasaron a las manos. Evidentemente, el resto de usuarios de la biblioteca empezaron a escuchar las voces y llamaron a la Policía.
En apenas unos minutos, varios agentes de la Nacional aparecían en la biblioteca para poner calma y reconstruir los hechos. Los dos terminaron con magulladuras después de la refriega, minutos antes de que la biblioteca cerrase sus puertas.