Cerca de las nueve de la mañana se daba la voz de alarma. La Policía Nacional acudía a la avenida Víctor Gallego para atender una llamada que alertaba de que las puertas de dos comercios de la zona habían sido forzadas; en concreto de un taller y de una carpintería.
Los hechos se produjeron durante la noche pero los dueños de los locales no se percataron hasta minutos antes de las nueve de la mañana, cuando avisaron a los agentes de la Policía Nacional, tal y como apuntan fuentes vecinales a este periódico.
Al llegar al lugar, los agentes comprobaban que las puertas de ambos comercios estaban forzadas, aunque en el caso de la carpintería no había nada revuelto y solamente había que lamentar el daño material de la puerta reventada. Peor le fue a los dueños del taller, que aseguraron haber perdido la recaudación del día anterior.
Tras las diferentes entrevistas realizadas por los agentes de la Policía Nacional a los dueños de ambos establecimientos, la Policía Científica trabajó durante horas para recabar todo tipo de pruebas que puedan conducir al responsable o responsables.