La Audiencia Provincial de Zamora ha cogido este martes el juicio contra cuatro acusados de tráfico de drogas tras una operación que se llevó a cabo en octubre de 2021 en la comarca de Sanabria en la que se efectuaron varios registros en viviendas y se hallaron drogas, dinero e incluso un arma.
Tres de los acusados han llegado a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal conformándose con las penas solicitadas para cada uno de ellos. En concreto, para uno de los acusados se centraba en una pena de dos años de prisión por tráfico de drogas y otros dos años de prisión por tenencia ilícita de armas con una multa de 164 euros; para otra de las acusadas se solicitan dos años de prisión y otros 164 euros de multa; y para el tercero de los acusados se solicitan dos años de prisión y una multa de 4.764 euros.
Tras el juicio, para todos ellos se solicitará la suspensión de la pena que quedará supeditada a que cumplan todas las circunstancias y el Ministerio Fiscal no se opone a la misma siempre y cuando no delincan en un periodo de tres años.
Por su parte, el cuarto acusado no se ha mostrado conforme con los hechos y ha procedido a prestar declaración. En el registro del domicilio de este varón se encontraron 1.900 euros en metálico, 90,91 gramos de marihuana (78,07 gramos por un lado, 9,43 gramos por otro, 0,95 gramos por otro y 2,46 gramos en otro), así como dos básculas de precisión.
El acusado ha admitido que la droga encontrada era suya pero ha negado dedicarse a la venta de estupefacientes señalando que es consumidor desde hace muchos años. “Yo nunca jamás en mi vida he vendido marihuana, me la fumo toda”, ha destacado, así como ha admitido que las básculas eran suyas y estaban embaladas desde que había vendido su casa y se había ido a vivir con su padre. Respecto al dinero, que estaba repartido por la casa, ha señalado que los 1.450 euros que se encontraron en su habitación eran para pagar una puerta que tenía encargada, mientras que el resto (190 euros en una mesilla y 350 euros en un mueble) eran de sus hermanas.
“En mi casa he tenido marihuana siempre. Yo me cultivo mi propia marihuana y he tenido múltiples sanciones por tenencia y consumo”, ha resaltado el acusado incidiendo en que además la utiliza por problemas de sueño y de estrés.
En relación a que tres personas afirmen que él les suministraba habitualmente marihuana, el acusado ha hecho hincapié en que no entiende porque una de ellas lo dice: “apenas la conozco y dudo hasta de que fume marihuana”, mientras que respecto a las otras dos personas señala que son “amigos” y que él le da a sus amigos marihuana cuando lo necesitan pero no a cambio de dinero.
Tras él han prestado declaración varios agentes que investigaron el caso, quienes han señalado que consumidores verbalmente les habían manifestado que en alguna ocasión el acusado les había hecho algún pase, así como que en las intervenciones telefónicas que se realizaron durante dos meses se ponía de manifiesto que esta persona quedaba en las carreteras con distintos consumidores para hacer entregas, si bien en ninguna ocasión se interceptó nada a nadie ni hubo ninguna incautación.
Otros dos conocidos han prestado declaración y, mientras que uno de ellos ha admitido que contactaba con el acusado para comprarle marihuana y que a veces se la tiraba por la ventana y él hacía lo mismo con el dinero, unos 20 o 30 euros, también ha señalado que él facilitaba marihuana al acusado cuando tenía, desconociendo si le daba sustancias a otras personas; el otro conocido ha negado que quedara con él para que le vendiera droga, solo para tomar unas cervezas.
Por último, la hermana del acusado ha manifestado que su hermano consume marihuana y hachis desde hace muchos años, señalando que siempre tiene marihuana en casa y, respecto al dinero, ha afirmado que los 1.450 euros eran para una puerta y el resto lo tenían apartado para dos palets de pellets, negando haber visto movimientos extraños en su casa en alguna ocasión.
Ante todo ello, el Ministerio Fiscal ha solicitado una sentencia condenatoria con una pena de prisión de dos años y una multa de 1.092 euros señalando que ha quedado acreditado que se dedica a la venta de estupefacientes y no se había dado hasta hoy explicación sobre el destino del dinero, siendo bastante significativo el hallazgo de las básculas, así como la terminología y las personas con las que mantenía conversaciones telefónicas.
Por su parte, la abogada de la defensa ha solicitado la libre absolución del acusado, señalando que sí consta la procedencia del dinero y la hermana ha realizado una explicación verosímil de la misma, incidiendo que se le acusa de tráfico de drogas y consta que es consumidor habitual de cannabis y que la cantidad total encontrada es normal para el autoconsumo, no habiéndose producido ninguna intervención ni incautación durante los meses de escuchas.