El estudio de Línea Directa también permite establecer un perfil del defraudador en España. Así, principalmente se trata de un hombre menor de 26 años. No obstante, al perfil tradicional se le suma el de los varones de mediana edad con estudios universitarios y que trabajan por cuenta ajena.
Por género, los hombres defraudan más que las mujeres, se arrepienten menos de las estafas (63% frente al 51%) y presumen más de ellas, incluso ante desconocidos. Por su parte, las mujeres fingen más lesiones que los hombres, simulan más gravedad de la real en las mismas (2% en los hombres frente al 19% de las mujeres) y desconocen más las consecuencias jurídicas del fraude.
En cuanto a las razones para defraudar al seguro, los hombres lo hacen para “tener el coche en perfecto estado” y las mujeres lo justifican por su “tendencia a cuidar de la economía familiar”.