Además, OCU señala que evitan tener que dejar los datos de la tarjeta principal, de crédito o de débito, en plataformas de pago como Play Store, Amazon o cualquier otro servicio de compras online.
Igualmente, destaca que muchas de las tarjetas prepago son gratuitas y carecen de comisiones por recarga y permiten extraer dinero de cualquier cajero sin comisiones, varias veces al mes o hasta cierta cantidad, incluso en el extranjero.
Según el Banco de España, cada año se registran algo más de un millón de operaciones fraudulentas con tarjetas, en un 64% realizando compras remotas.
La asociación explica que, si bien la normativa protege a los consumidores afectados, el problema es que la devolución suele demorarse e incluso muchas veces el usuario no es consciente del fraude.
"Una forma de limitarlo y controlarlo es utilizar una tarjeta prepago, donde el importe defraudado nunca será mayor que el saldo que se haya cargado previamente", asevera OCU.