El incendio de Fermoselle se mantiene activo después de seis días en los que los servicios de extinción no han tenido descanso. Y es que pese a la lluvia que cayó el miércoles en Fermoselle y refrescó la superficie quemada, la zona permanece caliente y no se descarta que pueda reactivarse algún foco. Por eso, y pese a que el miércoles apenas había medios destinados a su control, este jueves el número de efectivos ha aumentado de manera notable.
Así, durante toda la jornada, han estado trabajando para controlar el incendio tres agentes medioambientales, un helicóptero de la base de Villardeciervos, otro helicóptero de la base de Guadramiro, una cuadrilla helitransportada, una autobomba y dos cuadrillas de tierra. El incendio permanece activo y ha afectado, al menos, a 2.000 hectáreas del Parque Natural de los Arribes del Duero.
Hay que recordar que el fuego se declaró la madrugada del viernes al sábado, alcanzó el nivel 2 y provocó el desalojo de la residencia de ancianos y algunos chalets de la zona.