El pasado miércoles, un guardia civil zamorano se convertía en improvisado héroe en la capital de España. Eran las siete de la tarde cuando el agente, fuera de servicio, accedía a la estación de metro de Quevedo. El guardia civil se encontraba en la capital de España asistiendo a unas jornadas de la Benemérita cuando de regreso fue testigo de un momento dramático.
Una mujer, acompañada de dos amigas, se apresuraba para subirse al metro antes de que las puertas cerrasen. Antes de acceder al interior, resbaló y quedó con las dos piernas atrapadas entre el convoy y el arcén. Según cuentan testigos presenciales, “fueron momentos de pánico y tensión porque el metro estaba a punto de salir y la mujer estaba atrapada”.
Al ver la escena, el agente zamorano salía del vagón y con sangre fría lograba desenganchar a la mujer que estaba atascada. Tras eso, y segundos antes de que se cerrasen las puertas, cogió por las axilas a la mujer y la introdujo en el vagón donde sufrió una crisis de ansiedad.
Después de hacer un primer reconocimiento y comprobar que físicamente no tenía lesiones, en la siguiente parada el guardia civil zamorano instó a las compañeras de la mujer que, pese a no tener lesiones aparentes, que la trasladasen a un centro de salud para que los médicos pudieran hacer una exploración más detenida.
Foto: Archivo Policía Nacional