La polémica está servida. El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ofreció una rueda de prensa el domingo, después de los problemas en las carreteras que han tenido a zamoranos con más de 14 horas de retención en la AP-6 para valorar lo sucedido.
En esta comparecencia comentó que los medios disponibles para la actuación en las carreteras era suficiente y que se conocían los pronósticos de la gran nevada que ha acabado cayendo en varios puntos de España, y que han provocado cortes en la AP-51 y AP-6, entre otras, que han durado varias horas.
De hecho, aseguró que estaba debidamente informado, también a través de los paneles disponibles en las carreteras, por lo que culpó a la poca previsión de los conductores de que debieran permanecer durante toda la madrugada en sus coches, atrapados en varios puntos de la AP-6.
La Unidad Militar de Emergencia debió entrar a formar parte del operativo la noche del sábado después de que las máquinas quitanieves no pudieran trabajar en muchos lugares debido a los grandes atascos formados hasta que pasado el mediodía consiguieron despejar la vía, que se reabrió al tráfico sobre las 16 horas finalmente, aunque se volvió a cerrar posteriormente debido al incremento en la intensidad de la nevada.
Eso sí, este lunes, el director general de Tráfico rebajó ese grado de culpabilidad de los conductores para compartir esa culpa con la concesionaria de la AP-6. “No corresponde a la DGT la gestión interna de la AP-6”, explicaba esta mañana Gregorio Serrano, en una entrevista en la Cadena Ser, en la que ha descartado presentar su dimisión. En esa misma entrevista explica que confía que el expediente informativo que ha abierto el Gobierno a la concesionaria de la autopista aclare las causas de la “ratonera” en la que se convirtió esta carretera de pago.