La Audiencia Provincial de Zamora ha acogido esta mañana el juicio contra un acusado de agredir a su pareja causándole lesiones y que tuvo que ser ingresada en el Complejo Asistencial de Zamora a causa de las mismas tras un episodio brutal ocurrido tanto en el domicilio de la capital como en el portal.
La víctima ha declarado tras un biombo en la audiencia y se ha desmoronado en alguna ocasión echándose a llorar, si bien su declaración sobre los hechos ha sido desgarrador, relatando que bajó al bar a buscarlo y él se quedó allí, para después irse a pasear al perro. Cuando él subió a casa comenzó la discusión: “Empezó a ponerse de pie, a tirarme del pelo, a pegarme puñetazos en la cabeza y me dio el teléfono, me dijo que llamara a la Policía y me dijo: ‘Mientras llamas te voy matando’”.
La mujer ha señalado que tras este hecho le tiró el teléfono y se fue a la cocina y ella oía como empezaba a rebuscar algo en los cubiertos. “Pensé que si me quedaba allí me mataba y salí corriendo”.
Después, según ha manifestado la mujer, él salió detrás de ella y la alcanzó en el portal, le tiró del pelo, cayó al suelo y le empezó a pegar patadas en la cabeza mientras sostenía un cuchillo en alto cuando estaba tirada en el suelo y le llegó a pisar la cabeza con las botas en varias ocasiones. “Creo que ahí se dio cuenta y me dijo que me levantará, yo no podía y me arrastró hasta el ascensor. Luego, la mujer ha incidido en que la subió a casa, para dejarla allí y bajar a limpiar la sangre que había quedado en las zonas comunes del edificio.
Fue en ese momento cuando la mujer aprovechó para huir del domicilio y fue escaleras arriba: “Me quedé en el piso de arriba y me hice pis, pensé que me encontraría y empecé a subir más arriba” y fue cuando una vecina le abrió la puerta y procedió a llamar al 112. “Si me hubiera quedado allí me habría matado”.
Además, la mujer ha relatado dos episodios anteriores en los que la había agredido pero no había denunciado los hechos, uno un año antes en el que le pegó tortazos en la cabeza y otro 15 días antes de los últimos hechos en el que le agarró por el cuello, resaltando que luego le pedía perdón y pensaba que se calmaban las cosas.
En acusado, que se encuentra en prisión preventiva desde entonces, ha señalado que se acuerda de comenzar a discutir y ya no se acuerda de nada más, solamente de encontrarse en un descampado con la camisa rota y con arañazos, regresando a su domicilio y encontrándose allí a la Policía: “Les dije que no sabía lo que había hecho pero que había sido yo, que me detuvieran” así como no recordaba haberla agredido en discusiones anteriores.
Durante el juicio también han declarado los agentes que trabajaron en el caso, cada uno de ellos relatando la parte en la que trabajaron, desde las declaraciones que le tomaron en el hospital hasta el momento de la detención o la reconstrucción de los hechos, así como las vecinas que acogieron a la víctima en su casa aquella madrugada, y estas últimas han señalado que estaba ensangrentada, únicamente con una bata y con temor e incluso la joven que se la encontró cuando llegaba a casa señaló que vio restos de sangre en el portal pero pensó que sería basura.
Por ello, la Fiscalía se ha centrado en la “brutalidad de la agresión” y la agresividad de esta persona con la víctima, así como que el relato de la mujer tienen levísimas contradicciones y en el núcleo central se mantiene, sosteniendo que él tenía voluntad de matarla y se comprueba en distintos momentos como cuando le dice que llame por teléfono así como la sensación de la víctima en todo momento por lo que solicita que se le aplique un delito de homicidio en grado de tentativa y se le imponga la pena máxima con el agravante de parentesco, solicitando así una pena de prisión de nueve años y seis meses, así como libertad vigilada y alejamiento de tres kilómetros cuando cumpla la pena de libertad vigilada.
Por su parte, el abogado de la víctima también descarta que sea juzgado por un delito de lesiones agravadas y solicita que sea por un delito de homicidio en grado de tentativa, ya que tras una primera agresión el hombre va a la cocina y luego sale ‘a la caza de la víctima’ con un cuchillo y esa intención la había manifestado antes en casa cuando le dijo que cogiera el teléfono. Además el abogado solicita que se aplique el agravante de parentesco y también por razón de género por la trayectoria del acusado.
En este sentido, el abogado de la víctima solicita una pena de prisión de nueve años 11 meses y 15 días, prohibición de comunicación con la víctima, 10 años de alejamiento y otros 10 años de libertad vigilada, así como 12.000 euros por los daños causados. Además, solicita un año de prisión por cada uno de los dos delitos de violencia familiar por las dos agresiones anteriores.
Por último, el abogado defensor del acusado ha resaltado que han aceptado la existencia de un delito de lesiones e incluso agravado por la relación de afectividad, por lo que solicita tres años de prisión y cuatro de alejamiento, pero no un delito de homicidio en grado de tentativa porque él desiste cuando tiene la oportunidad de matarla quedando acreditado el ánimo de lesionar, pero no de matar ya que además suben a casa y él se va a limpiar la sangre.
Así mismo, ha solicitado que se apliquen atenuantes por analogía de intoxicación etílica habiéndose relatado lo que bebió cuando apenas bebía alcohol y también por analogía el atenuante de confesión ya que tan pronto como se dio cuenta de que había hecho algo volvió a casa y le dijo a la Policía que lo detuviera.
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