El parque de bomberos de la capital zamorana recibía una llamada este lunes pasadas las ocho y media de la tarde que alertaba de que un perro había caído al foso del Castillo de la capital zamorana. La caída libre, de más de una decena de metros, hacía imposible a los dueños del can poder acceder a él de forma segura, por lo que decidieron solicitar ayuda a los bomberos.
En su constante actividad de servicio a la sociedad, los bomberos acudían con una dotación a los jardines del Castillo. Al lugar también acudía una patrulla de la Policía Local. Ya en el lugar, los bomberos desplegaron los elementos de rescate necesario con las cuerdas y los arneses para poder realizar un descenso seguro al foso de más de una decena de metros.
Una vez abajo, dos bomberos lograban acercarse al perro, ganarse su confianza y ponerle un peto de sujeción que permitiese al resto de compañeros elevarlo para sacarlo del foso. Tras una metódica y ágil operación, y con el perro fuera de peligro y sin sufrir daños aparentes, los bomberos iniciaban el ascenso para regresar de nuevo con el equipo.