Cruzar un paso de cebra sin despegar la vista del móvil, un coche que se salta un semáforo en ámbar a toda velocidad y embiste a una moto o un ciclista que circula con miedo junto a turismos que no respetan la distancia mínima de seguridad. Estas escenas cotidianas son situaciones reales de peligro vividas a diario por los usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas, que, en casos de accidente, casi siempre se llevan la peor parte. De hecho, sólo en la última década, 10.000 personas pertenecientes a estos colectivos (5.000 motoristas, 4.200 peatones y 700 ciclistas) han fallecido en las carreteras españolas y casi 500.000 resultaron heridos.
En Castilla y León, los usuarios vulnerables de la vía han sufrido casi 20.000 accidentes de tráfico en la última década. De ellos, el 47% corresponde a motoristas, el 39% a peatones (este colectivo tiene uno de los porcentajes más altos a nivel nacional) y el 14% a ciclistas, según los datos de la Fundación Línea Directa.
Además, el repunte general de la siniestralidad que se vive en España en los últimos años parece haber afectado especialmente a estos usuarios. De hecho, desde 2012, la mortalidad de estos colectivos (peatones, ciclistas y motoristas) se ha incrementado en un 6% y suponen ya el 47% de los fallecidos en accidentes de circulación en España, media que en Castilla y León supera el 44%. Una muerte silenciosa de la que las campañas de concienciación no suelen hacerse eco, volcadas casi siempre en los conductores de coche y en sus accidentes.
Por otra parte, si se analiza la evolución de la mortalidad en las carreteras españolas durante la última década, los usuarios vulnerables tienen un ritmo de descenso en el número de fallecidos de 13 puntos porcentuales menos que los vehículos de cuatro ruedas. De hecho, en 2007, hubo 716 muertos menos en el colectivo vulnerable que en los vehículos de cuatro ruedas, mientras que en 2016 la diferencia entre ambos tipos de usuarios se redujo a 104 fallecidos.
Asimismo, según los conductores, los usuarios vulnerables no cumplen las normas, especialmente los ciclistas y motoristas, que son los colectivos peor valorados. Una percepción que no se corresponde con la realidad, ya que, según los datos de Línea Directa, cedidos a su Fundación para este estudio que lleva por nombre estudio ‘La muerte silenciosa. Los accidentes de tráfico en los usuarios vulnerables: peatones, ciclistas y motoristas (2007-2016)’, solo el 13% de los peatones son responsables de los accidentes de los dos últimos años. Un porcentaje que asciende al 25% en el caso de los ciclistas y al 41% en el de los motoristas, todos muy por debajo del porcentaje de culpa del resto de vehículos.
En el informe se analizan 900.000 accidentes recogidos en la base ARENA de la DGT entre 2007 y 2016, de los que se han estudiado casi 500.000 siniestros con peatones, motoristas y ciclistas implicados en atención a su evolución, gravedad y tipología.
La lesividad de los usuarios vulnerables se dispara
Al definir el concepto de “usuarios vulnerables”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que son todos aquellos usuarios de la vía que, en caso de accidente, “carecen de un escudo protector”, por lo que los impactos son absorbidos directamente por el cuerpo de la víctima. Además, variables como la menor masa, la mayor tendencia natural a la caída y la casi ausencia de dispositivos de seguridad pasiva (ADAS), convierten a peatones, ciclistas y motoristas en colectivos especialmente frágiles en caso de accidente.
A esa vulnerabilidad natural, se le une el importante repunte en la lesividad vivido en la última década, que alcanza un 12,4% y que, en los últimos cuatro años, ha alcanzado cotas alarmantes. De hecho, los usuarios vulnerables lesionados en accidente de tráfico se han incrementado desde 2012 en un 49% en el caso de los ciclistas, un 33% en el de los motoristas y un 17% en los peatones.
La Fundación Línea Directa también ha querido identificar qué comunidades tienen una mayor proporción de accidentes de usuarios vulnerables, siempre con el objetivo de concienciar y alertar sobre un problema que no deja de crecer. Para ello, ha creado una tasa de accidentalidad dividiendo el número de accidentes de peatones, motoristas y ciclistas en España por cada 100.000 habitantes. Luego se ha dibujado un mapa de cada territorio en función de la media nacional, que alcanza los 773 accidentes por cada 100.000 habitantes.
Por Comunidades Autónomas, Cataluña, Baleares y Madrid tienen los índices más altos, debido, entre otros factores, a la mayor penetración del parque motorista urbano y la mayor afluencia de peatones. En el lado opuesto se sitúan Navarra y Castilla-La Mancha, con los índices más bajos. Castilla y León, por su parte se encuentra en la media con 774 accidentes por 100.000 habitantes.
Según Francisco Valencia, director general de la Fundación Línea Directa, “en la última década se ha vivido un gran descenso de la mortalidad en carretera en nuestro país. Sin embargo, esta realidad tiene dos sombras importantes: el repunte en el número de muertos que estamos viviendo en los últimos años y las cifras de accidentalidad de los usuarios vulnerables, que ya suponen casi el 50% de los fallecidos en accidente de tráfico. Por eso, es el momento de llamar la atención a la sociedad sobre la fragilidad de estos colectivos, en un momento, además, en el que están cobrando un especial protagonismo por el surgimiento de nuevas formas de movilidad personal”.