​“Todos tenemos un corazón insaciable y necesitamos que algo lo llene en profundidad”

La misionera zamorana María Escarda, natural de Villanueva del Campo, da a conocer su experiencia con 24 años a la espalda de vida misionera 

 Maria escarda misionera
Maria escarda misionera

La misionera zamorana María Escarda, con 50 años y natural de Villanueva del Campo, ha estado presente esta mañana en la presentación del Domund en Zamora que se celebra el próximo día 18 de octubre, aprovechando la ocasión para dar a conocer su experiencia con 24 años a la espalda de vida misionera.

Escarda lleva tres años en Togo (África), pero antes ha estado muchos años en América. Ahora, asentada en una ciudad del norte llamada Dapaong cuenta su experiencia, pero antes ha desvelado que es misionera porque "todos tenemos un corazón insaciable y necesitamos que algo lo llene en profundidad” y se fue de voluntariado a México hace muchos años y allí se dio cuenta de que entregarse a os demás es lo que le llenaba.

A continuación pasamos a reproducir íntegramente su desgarrador testimonio:

Togo es un país muy pobre por muchos motivos, es complejo explicarlo, algo clave es el papel del gobierno y es que desde hace 50 años está en el poder la misma familia, ha estado el padre y ahora continua su hijo, por supuesto con fraude a la hora de las elecciones y una corrupción tremenda y esto entre otras cosas hace que el país no avance.

En el norte donde yo vivo generalmente se vive de la agricultura y ganadería, el cultivo principal es el maíz, cuando hacen su cosecha llevan el maíz al molino y con ese saco que recolectan es la comida para todo el año.

En cuanto a la religión es una zona mayoritariamente musulmana y quiero destacar que el trato entre musulmanes y cristianos es excelente.

Nosotras las misioneras además de trabajar en todo el ámbito de la parroquia, estamos llevando una biblioteca, la única del lugar donde vienen muchísimos niños, adolescentes y jóvenes para poder estudiar ya que tenemos luz y en sus casas no, y también tienen acceso a los libros de texto.

Es importantísimo en Dapaong la formación de los jóvenes, en la biblioteca tienen acceso a todos los materiales que necesitan, además tenemos diferentes talleres para aprender distintas manualidades, así que se necesita mucha ayuda económica para ir manteniendo esto.

Uno de los principales problemas allí de los adolescentes es, para los niños, la calle, existen los llamados “niños de la calle” y las niñas se dan a la prostitución y esto por no tener acceso a unos estudios, hay niñas que se prostituyen para pagar sus estudios, es tristísimo, pero ellos luchan como sea para salir adelante.

Hace 2 años conocí a un niño de la calle, se llama Lucas, vino a la biblioteca porque vio más niños y hablamos, ahora está estudiando interno con los salesianos gracias a la ayuda de un sacerdote, por eso necesitamos tanto de estos países ricos.

Yo escribo en un blog que título “cartas desde Togo” y un día escribí un poco sobre la historia de Lucas:

LUC ES UN BUEN CHICO

“Ayer, vino Luc a casa, para ir juntos a buscar a una chica que yo no sabía exactamente dónde vivía, así que me acompañó, cuando pasamos por delante de una casa que nos conocen, un

chico me dijo “ma soeur”, así nos dicen aquí….hermana! tenga cuidado ese niño es un pequeño ladrón, un bandido, la cara de Luc se transformó y yo respondí, no te preocupes es mi amigo y es un buen chico.

La historia de Luc es como la de muchos niños aquí. Un día yendo a la biblioteca donde trabajamos me lo encontré, estaba sucio y triste, me pidió dinero y yo le invité a venir conmigo pues ese día había partido de fútbol con los chicos y así lo hizo, disfrutó de jugar.

Al día siguiente a la 8 de la mañana estaba allí de nuevo, era sábado y abríamos la biblioteca por la mañana, ese día hablamos y me contó un poco su vida.

Tengo 13 años y vivo en la calle, mi madre tiene otro marido y él no me quiere con ellos y mi padre esta con otra mujer que me pega, así que me fui de casa y estoy en la calle, pido para comer, pero yo quisiera un hogar, puedo ir a vivir contigo me preguntaba, el corazón se me estremecía.

Unos días después vino con su pandilla de amigos de la calle, me los presentó y todos con historias parecidas. Pero Luc era un poco diferente, los otros llevaban meses e incluso años en la calle y Luc solamente 2 meses, así que su corazón todavía no estaba muy maleado, porque el mundo de la calle es así, aunque no lo quieras.

Como he estado fuera en Lome estudiando francés, a mi vuelta un día llaman a la puerta y era él, venía limpio y me dijo, hermana una familia que son algo parientes me ha acogido y estaba feliz, me dijo que quiere seguir estudiando, no me lo podía creer, era la mejor noticia de este tiempo.

Un día fui con las misioneras a ver su casa, la mujer muy sencilla nos dijo que quería ayudarle, que para comer repartirían lo que tienen con uno más.

Solo espero que Luc se pueda volver a adaptar a una vida “normal” porque ha vivido muchas cosas y no es fácil.

Pero por favor no juzguemos a nadie, Luc no es un ladrón, es simplemente un niño que tenía hambre porque no tenía una familia y hacia lo posible por sobrevivir.”

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