Uno de los Premios Nacionales de Innovación y de Diseño ha recaído este año en Ignacio Sánchez Galán. Estos premios, que concede el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, han sido fallados por sus respectivos jurados, compuestos por destacados profesionales de estos ámbitos.
Los galardones tienen como objeto distinguir a aquellas personas y entidades que han hecho de la innovación un elemento indispensable en el desarrollo de su estrategia profesional y de su crecimiento empresarial. Asimismo, se trata de galardonar a los profesionales y empresas que han contribuido significativamente al incremento del prestigio del diseño español y a las entidades que, incorporándolo a su estrategia empresarial, han demostrado que el diseño es una potente palanca de la innovación y la competitividad.
Los premios tienen un carácter estrictamente honorífico, salvo el Premio Nacional Innovación modalidad Pequeña y Mediana Empresa, con una dotación económica de 30.000 euros, el Premio Nacional de Diseño en la modalidad Profesionales, dotado con 30.000 euros, y el Premio Nacional de Diseño en la modalidad de Jóvenes Diseñadores, con una dotación de 15.000 euros.
Ignacio Sánchez Galán se ha hecho con el Premio Nacional de Innovación, modalidad Trayectoria Innovadora, para empresarios y empresarias y profesionales con una trayectoria de al menos diez años, en la que la innovación ha sido una de las características relevantes. El jurado ha premiado “su capacidad de liderazgo en la transformación innovadora de empresas de diversos sectores tecnológicos. El jurado valora especialmente su capacidad para liderar la transición energética en España, siendo pionero en la implementación de energías renovables y sabiendo posicionar la industria eléctrica española entre las más competitivas y punteras del mundo”.
La trascendencia de la Innovación y del Diseño
El Manual de Oslo de la OCDE señala que “una innovación es la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio); de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método optimizado, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores». Junto a la investigación y el desarrollo, la innovación juega un papel clave en el desarrollo económico y social y se ha colocado en el centro de las políticas públicas, como puente entre el conocimiento a largo plazo y la actuación productiva en el mercado.
El diseño ha sido y es fuente de riqueza en España. Pero no solo cabe entender esta actividad a través de su vertiente cultural y artística sino también en cuanto constituye un elemento presente y necesario en una buena parte de la realidad cotidiana de los ciudadanos y de las empresas. El diseño, centrado en el usuario, constituye una fuente de mejora general de la calidad de vida de los ciudadanos, así como de la eficacia empresarial. En mayor o menor medida, el diseño está siempre presente en el proceso productivo, especialmente en la actividad innovadora empresarial.