El Silencio suspendido a consecuencia de la lluvia. Difícil decisión la tomada esta tarde de Miércoles Santo con un Cristo de las Injurias que se queda en la Catedral. Parecía que el cielo respetaba, que, pese al viento, la lluvia no vencería al silencio.
Hubo hermanos de mucha fe y otros de menos, ya que a cuentagotas, fueron llegando a la Catedral a la espera de acompañar al Cristo que despierta mayores veneraciones en la ciudad.
Viento, sí, pero no lluvia aún a las ocho menos cuarto, pero los pronósticos hicieron pensar en un recorrido hasta corto hasta la carpa. Sale el pebetero, los zamoranos que aguardaban tras las vallas sonríen esperanzados.
Una esperanza al cobijo de sus paraguas demostrando que sí, que había fe, pero no mucha ya que el cielo comenzó a pintear o a llover a mojabobos como se dice por estas tierras.
Sin embargo, el cielo rompió y Rufo Martínez tomó la palabra para decir aquello que nadie quiere decir en su día grande: "Se suspende la procesión". Sus corazones lloraban al tiempo que lloraba el cielo de Zamora.
La segunda suspensión de la Pasión de Zamora en este 2024 en el que las borrascas han salido, un día más, en procesión.
Salud para otro año.
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