La plataforma ciudadana Stop Biogás Zamora ha emitido un comunicado en el que realiza un llamamiento a todos los ciudadanos a sumarse a la manifestación el próximo 7 de diciembre bajo el lema “Por nuestra salud presente y futura: No a las plantas de biogás”.
La manifestación partirá de la Plaza de Viriato a las 18:00 horas e irá recorriendo las calles hasta acabar en la Plaza de La Marina, frente al edificio de la Junta de Castilla y León.
A continuación, Zamora24Horas pasa a reproducir de forma íntegra el comunicado emitido:
“La provincia de Zamora se encuentra en un momento tan decisivo de su historia que podría haber un antes y un después para todos los que vivimos en ella. Numerosos proyectos de plantas de producción de gas metano, mal llamadas de biogás, planean instalarse en nuestros campos.
Los técnicos en medio ambiente que han estudiado los proyectos y los vecinos de otros lugares del país que ya sufren los terribles efectos de la instalación de estos monstruos, nos alertan sobre el enorme peligro que se nos avecina.
Los científicos nos advierten sobre la gran toxicidad de los gases que se generan en el proceso de producción del gas y que acabarían en nuestro aire, sobre las sustancias químicas y metales pesados que terminarían en nuestros acuíferos, destruyéndolos para siempre, sobre las plagas de insectos y sobre las enfermedades que unos y otros nos ocasionarían.
Los vecinos afectados de otros lugares nos avisan sobre los olores inmundos de las descargas y del producto resultante del proceso, que en muchos casos se extendería sobre la superficie de labradío de nuestras comarcas, sobre la falta de técnicos que vigilen estas plantas, sobre la inmensa cantidad de subproducto generado, sobre el desfile incesante de camiones cargados de residuos en nuestras carreteras, sobre las amenazas ciertas de que estas plantas acaben además procesando restos aún más tóxicos como los residuos industriales, sobre las más que posibles ampliaciones de estas ya de por sí enormes plantas, y sobre la más que probable proliferación de macrogranjas en nuestra provincia para hacer que estas plantas de gas metano sean realmente rentables. Las dos se necesitan mutuamente: el crecimiento de unas hace imprescindible el aumento de las otras.
Nos quieren convencer de que este círculo vicioso destructivo es esencial para nuestra forma de vida, sin querer recordar que España produce más del doble de carne de cerdo de la que consume, exportando el resto para beneficio de unos pocos que nos obligan a aceptar los desechos de sus ganancias en nuestras tierras.
Tratan de hacernos sentir culpables de falta de solidaridad si no aceptamos sacrificar todo lo que tenemos en aras de un engañoso progreso que nos destruirá para siempre.
Que nadie olvide esto: una vez instaladas las plantas de biogás, nada habrá que podamos hacer ya, ningún sincero arrepentimiento nos devolverá lo que tenemos ahora. Decir que sí a las plantas de biogás es apretar un botón que nos conduce al abismo. Si aceptamos, se acabó todo.
Una provincia como Zamora, grande e increíblemente variada y maravillosa en sus paisajes, en su patrimonio y en su cultura, que han escondido durante décadas quizás preparándola para este siniestro porvenir.
No han querido que se conociera su grandeza, su riqueza y sus inmensas posibilidades de futuro.
Nos han persuadido a creer que no valemos nada y que nada merecemos más que este triste final.
Siendo una provincia que genera tanta energía que exporta tres cuartas partes de la que produce al resto del país, a esas grandes ciudades a las que durante décadas ha enviado la mano de obra joven necesaria para que crecieran a costa de nuestra propia despoblación, nos siguen considerando un lastre para la economía nacional que sólo puede conformarse y agradecer las migajas que se le dan.
Ahora, a cambio de unos cuantos posibles empleos y de unos supuestos ingresos en impuestos, pretenden que les entreguemos nuestro campo como lo hemos conocido hasta hoy, los aromas de nuestra tierra, nuestro aire limpio de contaminación, y el mayor tesoro heredado de nuestros antepasados, que es la obligada herencia de nuestros hijos: el agua de nuestros acuíferos.
En definitiva, le han puesto un precio a nuestra salud y al futuro de nuestra provincia.
¡Zamoranos de todos los rincones de nuestra geografía, os pedimos que unáis vuestras voces a las nuestras para gritar juntos con toda la fuerza de nuestra historia y en nombre de todos los que nos sucederán!:
¡ZAMORA NO SE VENDE!”
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