Variasvoluntarias de la localidad de Tardobispo se han puesto manos a la obra paradesinfectar cada rincón de la iglesia de San Salvador. Desde que comenzase elestado de alarma no se ha celebrado aún el culto entre los muros del templo deesta localidad, pero varias vecinas han arrimado el hombre para poder celebrarlas misas con todas las garantías.
Elena es una de lasmujeres voluntarias de Tardobispo que, además de colaborar en el coro, no hadudado en ayudar en esta tarea junto al resto de mujeres. El grupo devoluntarias ha procedido a la limpieza tanto de la entrada, como de los bancos,así como los elementos utilizados por el sacerdote.
Una muestra más de lasolidaridad que en muchos municipios ha significado el mantener el coronavirusa ralla gracias a las tareas de desinfección desinteresadas tanto de lospropios vecinos como de los agricultores de la provincia desde que comenzó lapandemia.