La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a través de la sociedad pública Somacyl, ha invertido en las obras del emisario y la estación depuradora de aguas residuales de Villamor de los Escuderos una partida de 419.595 euros, cuya ejecución ha sido cofinanciada en un 40 % por la Junta, otro 40 % por la Diputación, y el 20 % restante por el Ayuntamiento.
Se trata de la primera obra en funcionamiento del programa de depuradoras entre la Junta y la institución provincial para localidades de entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes. La EDAR está diseñada para una población de 504 habitantes equivalentes, con un caudal medio diario de 86,4 metros cúbicos y un caudal punta de 3,5 litros por segundo.
Las actuaciones realizadas han incluido, además de la construcción de la nueva estación depuradora de aguas residuales, intervenciones en la red de saneamiento, con el fin de eliminar infiltraciones de agua limpia que, de no ser suprimidas, disminuirían el rendimiento de la nueva depuradora y supondrían un sobrecoste en el proceso de depuración. Se ha actuado en los siguientes tramos:
- Tramo carretera ZA-602-Cruce travesía de la Iglesia, de 370 metros, que comienza con un colector de diámetro 315 mm y finaliza en 500 mm. Además, se han realizado pozos de registro en los quiebros del colector y cada 50 metros como máximo en los tramos rectos, para permitir tanto un correcto funcionamiento como mantenimiento.
- Fuente en calle Caños, inicialmente conectada en superficie con la red de saneamiento. Se ha ejecutado, mediante tubería de PVC de 315 mm, un colector que conduce hasta el arroyo Carreteros.
- Prolongación del emisario, encargado de llevar todas las aguas residuales del municipio hasta la nueva instalación de depuración. Se compone de una nueva tubería de PVC compacto de 315 mm de diámetro y de 217 metros de longitud y una pendiente media del 1,6 % y los pozos de registro necesarios para su correcto mantenimiento. La profundidad media de la rasante es de 1,50 metros, asegurando en todo el trazado un recubrimiento mínimo de 1 metro sobre la generatriz superior del tubo.
Además, ha sido necesaria la ejecución de todas aquellas obras accesorias necesarias para el correcto funcionamiento de la planta, como obras de urbanización, acometidas, instalación eléctrica, emisario de vertido, etc.
Para el suministro energético de la planta se ha diseñado un sistema autónomo, formado por módulos fotovoltaicos capaces de suministrar durante el periodo diurno la potencia demandada por la nueva instalación, así como de cargar el sistema de baterías que permite el funcionamiento de la planta en aquellas horas en las que la radiación solar no es suficiente (horas nocturnas y episodios severos de cielo cubierto).
La instalación cuenta, a modo de garantía de funcionamiento, con un generador diésel, que permitiría el abastecimiento eléctrico en caso de avería del sistema autónomo o no disponer de forma reiterada de la suficiente energía solar.
Las tecnologías empleadas se caracterizan por un bajo impacto visual y reducido coste energético de explotación; los procesos internos están totalmente automatizados, lo que permite su control en remoto.
Plan de actuaciones de depuración en poblaciones de 500 a 2.000 habitantes equivalentes
Esta depuradora es la primera que entra en funcionamiento en la provincia de Zamora y en Castilla y León dentro del plan de actuaciones de depuración de aguas residuales urbanas en los núcleos de población de 500 a 2.000 habitantes equivalentes. En octubre de 2020, la Junta y las Diputaciones provinciales firmaron un protocolo de actuaciones para la construcción de 250 depuradoras, con una dotación de 125 millones. La sociedad pública Somacyl se encarga de la ejecución de las actuaciones y de su operación y mantenimiento durante 25 años.
En la actualidad, de estas 250 depuradoras previstas en las nueve provincias de la Comunidad, 3 en explotación, 65 obras en ejecución, 13 en fase de licitación, 38 en proyectos redactados, 98 en redacción y el resto en análisis.
En la provincia de Zamora, en convenio con la Diputación, la Junta trabaja en la ejecución de 20 depuradoras, de las que tres obras están en fase de explotación; 11 obras están en fase de ejecución; tres obras están en fase de licitación; dos con proyecto redactado y pendiente de convenio, y una en fase de redacción de proyecto.
Objetivo, “cero aguas sin depurar” en Castilla y León
En la misma línea, la Junta de Castilla y León prevé formalizar en este primer trimestre los nuevos protocolos con las Diputaciones provinciales para abordar actuaciones de depuración de aguas residuales en el tramo de poblaciones inferiores a 500 habitantes equivalentes.
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones –acompañado en la visita a la EDAR de Villamor de los Escuderos por el alcalde, Maribel Escribano; la delegada territorial de la Junta, Leticia García; el director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez, y el vicepresidente primero de la Diputación de Zamora, José María Barrios, entre otros representantes institucionales y sociales–, ha destacado el importante avance de la depuración en Castilla y León.
“Estas infraestructuras hidráulicas son sólo el inicio del amplio proyecto de depuración que desarrolla la Junta de Castilla y León para dar servicio a los pequeños municipios de Castilla y León, con poblaciones entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes, en el que seguimos trabajando en coordinación con las nueve diputaciones provinciales”, ha señalado el consejero, quien ha insistido en que todas estas actuaciones buscan conseguir el “objetivo de cero aguas sin depurar”, reto que la Junta de Castilla y León “está dispuesta a conseguir poniendo en marcha a lo largo de esta legislatura el nuevo programa de depuración de los núcleos de población de menos de 500 habitantes equivalentes”.
Con todos estos proyectos señalados, “la Junta de Castilla y León es pionera en el cumplimiento de las obligaciones impuestas por la Directiva 91/271/CEE sobre tratamiento de las aguas residuales urbanas en el medio rural”, ha concluido Suárez-Quiñones.