El cordero lechal, conocido en Castilla y León como lechazo y considerado uno de los principales pilares de la gastronomía regional, es esencialmente plato de restaurantes.
Tras cerrar estos establecimientos en acatamiento de las medidas de seguridad decretadas por el Gobierno para el control de la expansión del coronavirus, estos animales se hacinan en las explotaciones ovinas de toda Castilla y León generando un colapso que preocupa seriamente a los ganaderos. Se da además la circunstancia de que en unas semanas llega la paridera de primavera, la época del año con mayor producción.
Por este motivo, los ganaderos de ovino de la provincia de Zamora se han unido para intentar fomentar la compra del lechazo entre la población durante esta crisis. El objetivo es claro, ayudar a estos ganaderos a mitigar las pérdidas, que en algunos casos pueden suponer la ruina de las explotaciones de un sector que sostiene buena parte de la economía de la provincia.