Miembros de la plataforma “Pueblos Unidos de la comarca de Tábara” domiciliados en los cinco pueblos de la llanura y afectados por el proyecto de una fábrica porcina en Pozuelo han aprovechado elnuevo plazo de audiencia concedido para ver el expediente y hacer alegaciones. Así, en los últimos días presentaban dos recursos de alegaciones enMedio Ambiente y otro en Hidrográfica para pedir que no se le dé Licencia Ambiental ni Concesión de aguas subterráneas.
En sus alegaciones argumentan las razones por las que se oponen a la construcción de la macrogranja. Visto el expediente, el Estudio de Impacto Ambiental y el Proyecto consideran que no ofrece Medidas Correctoras capaces de evitar la contaminación del aire, del agua y del suelo. “Las consecuencias desastrosas que implica para el medio natural hay que evitarlas, por la salud, la vida y el futuro de los que vienen detrás”, explican.
Aire. “Por la ubicación y la dirección del viento recibirán malos olores, que no sólo son desagradables, también tóxicos (compuestos amoniacales y sulfídrico) que afectan sobre todo a vías respiratorias. Los 9.965m3 de purín, esparcidos por las parcelas, (la mayoría de ellas alrededor de Santa Eulalia de Tábara, que además a escasos 2000m. hay proyectada otra macroexplotación porcina en elTérmino Municipal de Faramontanos de Tábara) que aunque se entierren, si se hace, en 24 horas ya habrán expandido sus olores. La balsa de purín de 6400m3 sólo está cubierta con la costra de purín”.
Agua. “La empresa Agropor SC. solicitó a Hidrográfica 32.800m3 enun sondeo de 100m., casi el triple de lo que consume la población de Pozuelo. Preocupa la cantidad que gastan, pero lo más grave es la contaminación de los acuíferos. Sabemosque ha pasado y está pasando en otras zonas. Las Mejores Técnicas Disponibles que adoptan en el Estudio de Impacto Ambiental son las mínimas para aprobar la legalidad. Las que podrían ser efectivas, no figuran”.
Suelo. “Abonar con purines es delicado y costoso hacerlo bien. Exige análisis del suelo, y del purínpara dar al cultivo la dosis adecuada. De esto se responsabiliza el promotor, aunque es el agricultor quien esparce el purín y hace el cultivo. El registro del vertido de purines lo hace el promotor. La Junta de Castilla y León se conforma con papeles rellenos. ¿Cómo se puede entregar el deber del cumplimiento de las normas a quien las puede vulnerar?”
A juicio de esta plataforma, “el problema de estas explotaciones industriales porcinas es su magnitudy su proliferación incontrolada. No se está haciendo una planificación racional, ni de la producción ni de los recursos naturales disponibles. Se crea un desequilibrio entre agricultura y ganadería. Se dispone del agua como si fuera inagotable, es finita. Los acuíferos van perdiendo caudaly si encima los contaminamos, perdemos este don que es el agua, imprescindible para la vida. Lamentablemente el dinero no se bebe. Hace faltasentido común para frenar esta invasión de la industria porcina”.
La carta emitida por esta plataforma continúa argumentando: “Protección de Medio Ambiente sigue dando Licencias Ambientales sabiendo que no tiene los medios para realmente proteger el medio natural. La ConfederaciónHidrográfica del Duero es igualmente responsable por conceder alumbramientos de agua a empresas que además de gastar mucha agua, la contaminan. Y si se cierra el mercado o hay un problema sanitario, la empresa se lava las manos”.
Por eso, estos vecinos solicitan a ambas entidades que escuchen el “no rotundo” a la construcción de esta granja industrial de carne porcina, una más de las muchas que se están autorizando en la provincia y en toda Castilla y León. Recuerdan a las autoridades queuna parte muy considerable de habitantes de los cinco pueblos más afectados ha dicho claramente, “No a las Macrogranjas” al comenzar el año con más de 10.000 firmas.