La crisis del coronavirus está sacando lo mejor de sí de las personas. Desde que esta pandemia empezara a propagarse por nuestro país y en concreto por la provincia de Zamora, rápidamente se vio que una de las principales deficiencias que tenía el sistema era la de garantizar la salud del personal sanitario.
La ausencia de equipos de protección individual suficientes para abastecer a todo el personal sanitario de la provincia ha hecho que durante muchos días médicos, enfermeras, celadores, trabajadores de residencias, farmacéuticos y un largo etcétera de personas que trabajan en esta rama se hayan visto expuestas al virus.
Ante eso, la solidaridad de la población zamorana se ha demostrado con la puesta en marcha de iniciativas sociales en forma de fabricación de elementos que conforman los ya famosos EPIs. Mascarillas, máscaras antisalpicaduras o batas han sido elementos que han comenzado a producirse en masa por colectivos organizados de vecinos en diferentes partes de la provincia.
El último ejemplo se daba en los últimos días en la residencia de la tercera edad San Salvador de Rabanales. Los trabajadores de esta residencia, que como todos sus compañeros de la provincia se desviven por los usuarios que atienden, recibían en las últimas horas un cargamento de mascarillas artesanales realizadas por un grupo de vecinas de la localidad cercana de Figueruela de Arriba. Mascarillas que ya están utilizando los trabajadores para intentar minimizar lo máximo posible el riesgo de propagación de la pandemia.