El consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, participaba en las últimas horas en una jornada sobre transformación digital para reflexionar sobre este proceso de cambio que afecta a nivel regional pero también a nivel global.
La transformación digital, según el consejero, es una exigencia de la ciudadanía que tiene nuevas expectativas y nuevos hábitos de consumo. “El incremento en nuevas tecnologías y el internet de las cosas imponen una nueva forma de vida, todos tenemos que estar dispuestos a dar la batalla para que esta transformación digital sea una realidad”, comenta Quiñones.
El consejero ha adelantado que en los próximos diez años se espera una transformación continua y todavía mayor, dentro del ámbito de las nuevas tecnologías. Las cifras se han incrementado de forma exponencial, “nada funcionará si no existe un adecuado nivel de banda ancha”, explica el consejero de Medio Ambiente que añade que Castilla y León es una región difícil de adaptar tecnológicamente, debido a su extensión y un envejecimiento continuo.
Suárez-Quiñones ha manifestado los esfuerzos de la Junta de Castilla y León en materia tecnológica, en concreto con un presupuesto de 50 millones de euros que se destinaron a tres planes de avance en la extensión de banda ancha y el gran esfuerzo de las compañías que lo llevan haciendo para que internet llegue a todos los rincones de Castilla y León.
En el medio rural, según Quiñones, la falta de cobertura puede cuantificarse: “en 2013 había casi 1.100.000 habitantes que no tenían 30 megas o más, ahora hay 400.000 habitantes, y de estos solamente 47.0000 no tienen diez megas, que hace cuatro años era el techo”.
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