La delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín Juárez, ha asistido este martes en Zamora a los ejercicios anuales de entrenamiento de la implantación del plan de emergencia de las presas de la sierra de Moncabril, en la zona de Sanabria, para probar, entre otras cosas, que las sirenas que alertan sobre anomalías en estas presas funcionan de cara a prevenir a la población de alguna posible amenaza que pusiera en riesgo su seguridad.
Al mediodía han sonado las sirenas de las presas de Puente Porto, Playa, Garandones, Cárdena y Vega de Conde que se han dejado oír en la sierra de Moncabril y en distintos lugares del término municipal de Galende, sobre todo en Ribadelago Viejo y Ribadelago Nuevo, que se encuentran en el área inundable en la primera media hora en una hipotética rotura de alguna de las presas.
Previamente, se había alertado a la ciudadanía de que, al igual que en anteriores ocasiones, se trataba de una prueba para que los que las oyeran no se alarmaran y siguieran con sus actividades ordinarias.
Al amparo de los planes de emergencia hay instaladas ocho sirenas de alta potencia en diversos lugares que han funcionado perfectamente cuando han sido activadas dentro de este ejercicio realizado por el Gobierno de España, a través de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y de la Confederación Hidrográfica del Duero; la Junta de Castilla y León, y la empresa Endesa con el fin de acrecentar todavía más las garantías y la seguridad de estas infraestructuras.
Se ha comprobado en la prueba de sonido que el nivel de decibelios es el adecuado. El mástil sobre el que se ubican las distintas sirenas tiene once metros. Cuentan con una potencia variable entre 137 y 147 decibelios. Según ha explicado el director del Plan de Emergencias, Rafael Armas, de la empresa Endesa, el objetivo es que supere los 70 decibelios en toda la zona de afección. Además de los dispositivos en las presas, el sistema de alerta consta de una sirena en el Pico del Fraile, otra en la central de Moncabril y una más, la octava, en Ribadelago Nuevo.
Este tipo de pruebas suelen hacerse en el mes de junio porque es ya una época estival pero no hay todavía demasiados turistas. Además, la ausencia de lluvias no mueve a generar una alarma excesiva en las personas que no se han enterado de que se trata de un simulacro. Se realizan, además, en horas prudenciales para no molestar demasiado a los ciudadanos.
Estos planes de emergencia afectan a numerosos aspectos y establecen diversos procedimientos para el supuesto de que se produzcan incidencias en el normal funcionamiento de las presas.
Este martes se ha comprobado también que funcionan los sistemas de comunicación en las diversos centros de control de las presas. Además de la delegada del Gobierno también estuvo presente el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco; el alcalde del Ayuntamiento de Galende, José Manuel Prieto, y responsables de la zona noroeste de Endesa.
La comarca sanabresa es especialmente sensible porque se recuerda la catástrofe de Ribadelago, una tragedia acaecida en la madrugada del 9 de enero de 1959 en la que fallecieron 144 de los 532 habitantes de esta localidad al ser arrasado e inundado su casco urbano por la riada que se originó tras la rotura de la presa de Vega de Tera.
Simulacro de evacuación en caso de rotura de las presas de la sierra de Moncabril
La delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, asistía este martes a los ejercicios anuales de entrenamiento de la implantación del Plan de Emergencia de las presas de la sierra de Moncabril, en Zamora.
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