La situación derivada de la Covid viene provocando el cierre de no pocos bares en la provincia. Unos por jubilación, ya sea anticipada o por los muchos años estando detrás de la barra, otros por motivos diversos en los que la pérdida de clientes derivada de la actual situación sanitaria por la pandemia obliga a bajar definitivamente la persiana. Y en no pocos casos, algunos que pensaban abrir un establecimiento hostelero, «a ver si encuentro alguno en un pueblo que me lo alquilen por poco dinero», ahora se han echado para atrás.
Gastos y más gastos y los ingresos se resienten cada día más, las facturas siguen y siguen y ese aparato llamado caja registradora que se abre pocas veces su balance diario no llega para cumplir con los compromisos de pago.
En la comarca benaventana ya son varios los bares que han echado el cierre a sus puertas. El último ayer mismo, en la Fiesta de Reyes Magos. El super conocido establecimiento hostelero «Long Play» de Camarzana de Tera, el de la esquina en la carretera de Cabañas, San Juanico y San Pedro de Ceque, ese mismo, cerró como habían anunciado días antes a sus clientes. Cerró sus puertas con un toque de queda que por culpa de la pandemia ha trastocado no pocas vidas y proyectos.
Manoly y Pedro pasan a afrontar una nueva etapa de su vida. Muchos de sus clientes, conocedores del cierre no quisieron dejar de acercarse para apoyar a quienes durante 8 años han atendido a los habituales y ocasionales clientes. No hubo fiesta de Reyes, porque el horno no estaba para bollos y las caras lo delataban. Era una despedida entre amigos, de un establecimiento, el bar Long Play, que se hizo emblemático en una década y destacó como puntero en su elaboración artesanal de tapas. De las de toda la vida y las innovadoras, esas de la nueva cocina pero con el sabor tradicional, el del buen hacer.
Camarzana de Tera inauguró el año 2020 con 7 bares y arranca el año 2021, desde el Día de Reyes, con únicamente 3 establecimientos hosteleros. Atrás han quedado, por unos y otros motivos, el Aries, el Mandrágora, la Embajada y ahora, el Long Play. Los pueblos se hacen más pequeños no sólo con la merma de población, sino también con la desaparición de un local y, sobre todo, de un bar que sirve de encuentro entre vecinos.
Texto y foto: Benavente Digital
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