Jason Lee Beckwith, empresario californiano, ha adquirido el pueblo abandonado de Salto de Castro en Zamora, con la ambiciosa visión de transformarlo en un destino turístico único. Su objetivo es respetar la riqueza natural y cultural del lugar, mientras revitaliza la economía local.
Un viaje impulsado por la fe
Beckwith nunca imaginó que un artículo sobre un pequeño pueblo en España cambiaría su vida. "Jamás había estado en España ni cruzado el Atlántico. Simplemente decidí dar un salto de fe y tomar un avión solo", comenta, recordando los inicios de su aventura.
Lo que empezó como simple curiosidad se convirtió en un compromiso profundo. Salto de Castro lo cautivó desde el primer momento. "Cuando llegué, me enamoré completamente del pueblo y sus alrededores", relata. Paseando por las calles de Madrid y Zamora, disfrutando de la gastronomía local y conociendo a sus habitantes, Beckwith empezó a imaginar un futuro renovado para este lugar.
La visión para Salto de Castro
Beckwith planea crear un espacio donde la gente pueda desconectarse de la vida urbana y relajarse en un entorno natural incomparable. "Salto de Castro será un refugio en uno de los entornos más hermosos que pueda imaginar", explica. Situado dentro de una biosfera de la UNESCO y un parque nacional, el proyecto busca armonizar naturaleza y comodidad.
"Cuando llegué, me enamoré completamente del pueblo y sus alrededores"
Cada rincón del pueblo tiene un plan detallado. La iglesia será restaurada para convertirse en un centro cultural, acogiendo eventos y conciertos. También se reabrirá la cafetería, la piscina y una zona recreativa con vistas al río Duero.
Compromiso con la comunidad
Beckwith se ha comprometido a dar prioridad a la comunidad local. "Los trabajos serán para la gente de aquí y el dinero se quedará en la economía local", asegura. Este enfoque pretende no solo revitalizar el pueblo, sino también ofrecer nuevas oportunidades económicas para los residentes.
En sus visitas, ha entablado una buena relación con Sergio López Vaquero, alcalde de Fonfría, con quien comparte la visión de beneficiar tanto a Salto de Castro como a las áreas circundantes.
De California a España
Con experiencia previa en la gestión de un bed and breakfast en California, Beckwith ha aprendido el valor de ofrecer un refugio a los viajeros. "Disfruté conocer gente de todo el mundo y ayudarlos a crear recuerdos felices", comenta.
Este conocimiento será clave en la creación de un albergue/hotel en Salto de Castro, donde los visitantes podrán desconectarse y disfrutar de la naturaleza.
Un proyecto a largo plazo
La compra del pueblo se cerró por 310.000 euros, pero la restauración total podría costar entre 3 y 6 millones de euros. Beckwith planea abrir el pueblo en fases, con la primera fase programada para finales de 2026. Mientras tanto, se enfocará en recaudar fondos y asegurar que cada paso respete el entorno y la historia del lugar.
"Los trabajos serán para la gente de aquí y el dinero se quedará en la economía local"
Un nuevo capítulo en España
Beckwith y su esposa están tan comprometidos que planean mudarse a España a finales de este año. "Regresaré en febrero para establecer una oficina en Zamora y comenzar la recaudación de fondos", adelanta.
Este proyecto promete devolver la vida a un pueblo olvidado, convirtiéndolo en un destino turístico sostenible que celebre la rica herencia cultural y natural de la región. Para Beckwith, Salto de Castro es más que un proyecto empresarial, es un sueño hecho realidad y un nuevo comienzo.
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