La presa de Aldeadávila, también conocida como salto de Aldeadávila, contará en el año 2021 con un nuevo atractivo turístico que permitirá disfrutar ‘del encajonamiento del curso fluvial del río Duero’, que hace de frontera natural entre España y Portugal.
Con un presupuesto de 184.588 euros, la licitación que hoy se publica en el portal de contratación prevé el desarrollo de cinco actuaciones encaminadas a poner en valor este recurso natural vinculado a la obra de ingeniería hidroeléctrica construida en el curso medio del río Duero, a 7 km de la localidad salmantina de Aldeadávila de la Ribera. El plazo de presentación de ofertas estará abierto hasta el 9 de noviembre.
En la zona de la presa ya hay tres miradores: el Picón de Felipe, el mirador del Fraile (ambos en el lado de arriba de la presa) y el mirador de ‘Iberdrola’, situado encima de la presa con vistas a su espectacular aliviadero.
El proyecto que hoy se licita plantea reconvertir el mirador del Fraile en un punto emblemático para la contemplación del paisaje y la fauna de las Arribes del Duero y hacerlo accesible para acoger a todo tipo de visitantes. El proyecto contempla la construcción de un mirador formado por cinco elementos complementarios.
Elementos del proyecto
Por un lado, se creará un aparcamiento en la última curva de la carretera de acceso en el que podrán estacionar 7 turismos y dos autobuses.
Se aprovechará el terreno existente junto al nuevo aparcamiento para crear un pequeño observatorio que permitirá disfrutar de una primera vista hacia el cauce del río Duero y al propio mirador.
También está contemplado la creación de un carril peatonal, de 106 metros de longitud, que llevará al visitante a la zona de recepción y a la nueva zona de descanso que se creará junto al inicio de la rampa del mirador.
Situada en la entrada del nuevo mirador, la nueva zona de acceso dispondrá de un espacio de estancia, que incorporará una pequeña colina natural cuyas rocas de granito servirán de bancos o tumbonas para acoger a los excursionistas que quieran descansar y merendar. Además, se delimita un área de acceso para personas con movilidad reducida, con aparcamiento para dos coches.
El mirador, eje central de la propuesta, se creará gracias a la plataforma de acero cortén, desde la que el visitante podrá ‘alejarse del terreno firme y ampliar considerablemente su ángulo de visión sobre la presa y el valle con su impresionante desnivel, casi vertical, en algunos puntos’. Con una superficie de 24.96 m2, será accesible directamente desde la carretera existente. El vuelo contará con una longitud de 12.8 m y permite visiones completamente nuevas por su posición sobre el precipicio.
El ancho de la plataforma varía entre 2,4 metros en el inicio de la rampa y 1,5 metros en la punta. Desde la entrada, los visitantes podrán acceder a través de una pendiente continua de 6 % de inclinación, teniendo el recorrido una barandilla, formada en parte por el propio elemento estructural lateral, y en parte por un sistema de una barandilla de pletinas de acero corten relleno con mallas de cable de acero inoxidable. En el extremo de la plataforma se encuentra una abertura de 1,24 m2, cubierta con cristal de seguridad para ofrecer al visitante otra visión del río, suspendido en el vacío.
El plazo de ejecución desde la firma del acta de replanteo es de tres meses.