Los más pequeños de Santa Croya de Tera no cabían en sí de ilusión al ver aparecer en lontananza a Sus Majestades de Oriente con sus extravagantes vestimentas y la grandilocuente iluminación, que competía contra la lúgubre noche que poco a poco iba cayendo sobre el pueblo. Decenas de niños y niñas se congregaron, a pesar de la lluvia y el frío, acompañados de padres, madres, abuelos o abuelas para poder saludar a los Reyes Magos y coger la mayor cantidad posible de caramelos y endulzar una de las noches que, per se, ya es de las más dulces del año.
Con un recorrido por las principales vías del pueblo Melchor, Gaspar y Baltasar, con sus entregados pajes, fueron repartiendo no solo caramelos para los niños y niñas, sino también una ilusión que colmaba sus pueriles corazones y dibujaba una sonrisa perenne en cada uno de sus rostros. Las decenas de personas que acompañaban a la comitiva hicieron frente al frío y acompañaron a la Carroza Real durante todo el trayecto.
Un trayecto que finalizaría en el Ayuntamiento de la localidad, donde los Reyes repartirían los regalos a varios niños del pueblo. Después, todos los presentes disfrutaron de una chocolatada popular con bizcochos.
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