Una quintada sin mayo. O al menos de manera física y presencial, ya que algunas localidades lo han puesto de manera virtual, en otras algún vecino lo ha colocado a título personal, y en otras como Burganes se celebra colocando el nombre de los quintos en un cartel (como muestra la imagen que ilustra esta noticia).
Eso es lo que están teniendo que vivir los jóvenes de las localidades zamoranas que iniciaban 2020 con la ilusión de disfrutar durante este año, cuando atravesaban la mayoría de edad, de una de las tradiciones más extendidas de la provincia.
La irrupción del coronavirus impide que los jóvenes puedan colocar ese mayo en las plazas y disfrutar de todas las actividades que se desarrollan alrededor de este ritual. Una noche del 30 de abril al 1 de mayo que quienes la han vivido como quintos la recuerdan con especial cariño.
Desgraciadamente, en cada vez más pueblos de la provincia la tradición se ha perdido por la despoblación, que ha hecho que no siempre haya hornadas de jóvenes en la edad requerida. Pero en este 2020 la pandemia del coronavirus hará que la tradición se pierda de forma generalizada.
Eso sí, se perderá solo de manera pasajera, ya que, si todo va bien, las localidades recordarán durante este año, en otro momento, a los quintos que no han podido elevar el mayo; y en todo caso, la tradición se reforzará en un 2021 al que todos los vecinos miran ya con impaciencia.