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Pueblos Unidos de Tábara exige a la Junta que anule la autorización concedida para la macrogranja de Pozuelo

La Asociación Pueblos Unidos de Tábara ha presentado recurso de alzada ante la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y exige a la Junta que revoque la autorización ambiental concedida a la explotación industrial porcina de Pozuelo.

Foto recurso alazada

La Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara ha presentado un recurso de alzada contra la resolución de la Junta de Castilla y León, firmada por el delegado territorial Alberto Castro con fecha de 14 de diciembre de 2018, por la que se concede la autorización ambiental a la explotación porcina proyectada en Pozuelo de Tábara. Con este recurso se solicita que se deje sin efecto la resolución, al considerarse que no se ajusta a derecho tras detectarse deficiencias en el procedimiento, se revoque y se suspenda su ejecución.

Entre las razones que motivan el recurso de alzada presentado el pasado 19 de enero se encuentra la relativa a la gestión de los purines derivados de la granja porcina. A juicio de la asociación, el plan de gestión es poco creíble pues no se establecen mecanismos de control efectivo sobre el esparcimiento que ofrezcan garantías, dejándolo a la responsabilidad y la buena voluntad del promotor.

Además, no todas las parcelas incluidas en las 293,7 hectáreas vinculadas al plan de gestión son aptas para el esparcimiento de purines o cumplen con la normativa preceptiva. Así, el proyecto cuenta con tierras no cultivadas, que quedarían fuera de la normativa del vertido de purines.

También se han incluido terrenos no cultivables, otros que presentan una inclinación superior al 7% y algunos que se ubican a menos de 200 metros del núcleo urbano o a menos de 50 metros de pozos, depósitos o suministros de agua. Por todo ello, se impugna la idoneidad de las parcelas recogidas el plan de gestión de purines.

Además, no está acreditado que los propietarios de las parcelas hayan consentido el vertido de purines, pues en el expediente no constan sus autorizaciones expresas, como exige el Decreto 4/2018 de 22 de febrero de 2018 de la Junta de Castilla y León, solo la concesión del arrendatario. Por ese motivo, la Junta ya ha emitido escrito en el que solicita que se retiren del cómputo las hectáreas correspondientes a los propietarios que recientemente han comunicado a Medio Ambiente que no autorizan el uso de sus propiedades para esparcimiento de purines.

Otro de los motivos que lleva a la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara a solicitar la revocación de la autorización ambiental es la relativa a la ubicación de la explotación. La parcela en la que se levantará la explotación se ubica, parcialmente, en zona de policía de cauce público, tal como reconoce la Confederación Hidrográfica del Duero, y no se ha acreditado que las instalaciones vayan a ir fuera de esa zona de policía, condición de la declaración de impacto ambiental favorable.

Y, por lo que se refiere al consumo de agua, se priorizan las necesidades de abastecimiento de la granja. En la autorización se estima un gasto de 17.369 metros cúbicos anuales para 4.635 cebones, si bien en la solicitud a la CHD figuran 32.000 metros cúbicos para 6.000 cebones. Mientras, en Pozuelo se consumen unos 12.000 metros cúbicos al año, por lo que la explotación podría comprometer el abastecimiento de la población. Además, no consta acreditado que el promotor cuente con autorización de alumbramiento.

En cuanto a una posible contaminación del suelo o las aguas subterráneas por parte de la instalación en sí misma, se ha exigido a la promotora de la explotación de Pozuelo un informe previo al inicio de la actividad. No se concretan las características del informe, ni hay garantías de que la Junta vaya a verificar de manera inmediata la efectividad de las medidas previstas pues dispone de hasta un año para inspeccionar la instalación desde el momento del inicio de actividad.

Además, la solicitud de un informe de estas características evidencia que no está garantizada, por medidas insuficientes o no satisfactorias, que no se vaya a producir una contaminación.

Finalmente, la tramitación del proyecto de la explotación industrial porcina de Pozuelo de Tábara incumple, en varios supuestos, la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.

Pese a que existe una modificación del proyecto inicial y del estudio de impacto ambiental, esta no se sacó a información pública, conculcándose el derecho de los ciudadanos a presentar las alegaciones que se considerasen oportunas. Asimismo, no se ha informado debidamente a los vecinos de los municipios afectados por la explotación, a los que se debería haber considerado como parte interesada, como víctimas de una posible contaminación del agua, la tierra y el aire.

Por todo ello, la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara ha presentado recurso de alzada ante la Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y exige a la Junta que revoque la autorización ambiental concedida a la explotación industrial porcina de Pozuelo.


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