Sus síntomas son muy diversos y los grados de gravedad con que afecta a las pacientes también, por lo que puede haber mujeres en las que la dolencia pase desapercibida durante años. Y, por eso, la Comunidad trabaja para formar y dotar de herramientas a sus profesionales sanitarios para reducir los tiempos de detección lo máximo posible; lo que derivaría, a su vez, en mejores tratamientos y resultados.
La endometriosis afecta aproximadamente al 10 % de la población femenina en edad fértil y se define como la implantación y crecimiento benigno de tejido endometrial fuera del útero. Esta enfermedad es de carácter crónico y puede llegar a ocasionar, en función de la gravedad con la que se manifieste en cada paciente, problemas de salud diversos como dismenorrea, dispareunia, infertilidad y dolor pélvico crónico.
En Castilla y León, se registraron 4.440 casos en 2017, que se dividieron del siguiente modo entre las provincias de la Comunidad: Ávila, 252; Burgos, 714; León, 840; Palencia, 319; Salamanca, 699; Segovia, 217; Soria, 134; Valladolid, 977, y Zamora, 288.
El diagnóstico de la endometriosis es complicado debido a la generalidad de sus síntomas que, en algunos casos, pueden ser incluso no ginecológicos como por ejemplo dolor abdominal o de espalda, molestias al orinar o defecar o hemorragias. A esto se une el hecho de que la elección del tratamiento para cada caso depende de multitud de factores tales como la voluntad de embarazo, la edad o la extensión de la enfermedad. Y todo esto hace que esta dolencia requiera de una atención individualizada y adaptada a cada mujer.
Por eso, la Junta de Castilla y León ha reforzado la formación de sus profesionales sanitarios en esta materia a través de dos iniciativas. Ambas con el objetivo de realizar cada vez diagnósticos más precoces de la enfermedad y mejorar así su abordaje y los resultados de los tratamientos.
Por una parte se ha distribuido la guía ‘Atención con las mujeres con endometriosis’ y el díptico ‘Endometriosis, abordaje y seguimiento’, ambos realizados por el SNS, por los centros de asistencia sanitaria de la Comunidad. Así, se quiere asegurar que todos los profesionales de la salud tengan acceso a ellos, conozcan perfectamente las características de esta dolencia y puedan reducir sus tiempos de diagnóstico -adjuntamos ambos documentos-.
Y, por otro lado, se han realizado, en los últimos tres años y medio, 32 formaciones sobre endometriosis para los trabajadores de Sacyl. En ellas han participado 670 profesionales sanitarios de las nueve provincias castellanas y leonesas.
En la actualidad, en Castilla y León la endometriosis se detecta inicialmente en las consultas de Atención Primaria. La confirmación diagnóstica se efectúa en las consultas de ginecología de los centros de Atención Especializada de la Comunidad, mediante sistemas de imagen ecográfica. Posteriormente, estos servicios pueden derivar a las pacientes a las áreas de cirugía general, urología o a las unidades de infertilidad si lo consideran oportuno. Este abordaje global, en el que están implicados todos los niveles asistenciales, facilita la atención individualizada de cada caso; pero requiere, asimismo, la información y formación en la materia de todos los profesionales del Sistema Regional de Salud.