El pasado lunes, las trabajadoras investigadas por los presuntos malos tratos en la residencia de Montamarta acudieron a la Comandancia de la Guardia Civil “para colaborar en el esclarecimiento de los hechos, así como aclarar las inexactitudes y cuestiones oscuras contenidas en la denuncia interpuesta”, tal y como explicó su propia defensa jurídica "para colaborar en el esclarecimiento de los hechos".
Una declaración a la que se sumaría ahora la investigación abierta sobre el libro de incidencias que existe en el centro. Se trata de un libro donde se documenta cada una de las incidencias que se han producido dentro del centro con el fin de realizar un seguimiento sobre la actividad y el cuidado de los usuarios del centro de Montamarta.
Esta normativa se presenta de forma obligada en todos los centros "pero se intenta ocultar de puertas para fuera", tal y como ha denunciado este viernes la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras. Un ocultismo que terminaría con su investigación llevada a cabo por la Policía Judicial que ha requerido este documento, tal y como han informado desde el propio sindicato.
La investigación recae ahora sobre este documento del que mucho se ha hablado estos días y desde Comisiones Obreras han querido destacar "que se documentaban los casos y de ocurrir una agresión se obligaba al trabajador a pedir disculpas a la familia, pero no se requería mayor esfuerzo para evitar nuevos casos".
La hija de una de las usuarias, Montse Fernández, que presentó denuncia a la Guardia Civil, ya solicitó dicho documento en el cual constaba los moratones de su madre en la mano y como la usuaria aseguraba que "le habían propinado un puñetazo", anotación registrada ya el 18 de enero. Esta será una de las anotaciones que encuentre la Policía Judicial dentro de su investigación "aunque existen muchas más que no han querido que salgan a la luz, tal y como han concluido desde la Federación de Sanidad de Comisiones obreras.