Peregrinos con un motivo ‘vital’ en Zamora: cada paso, un homenaje a la generosidad
Una peregrinación que une superación, gratitud y conciencia.
Cada peregrino que emprende el Camino de Santiago lo hace con una motivación única. Sin embargo, hay quienes caminan con un propósito aún más profundo: agradecer una segunda oportunidad de vida. Es el caso de un grupo de ocho trasplantados de riñón de Salamanca que, actualmente, recorren el Camino Sanabrés por tierras zamoranas, una de las rutas que conducen a la tumba del apóstol Santiago.
Este grupo, vinculado a la asociación ALCER Salamanca, representa un ejemplo de superación y gratitud. Con edades comprendidas entre los 40 y los 75 años, estos hombres y mujeres han querido demostrar que, tras recibir un trasplante de órgano vital, es posible seguir adelante con fuerza, ilusión y, sobre todo, con mucha esperanza.
Uno de los testimonios más inspiradores es el de Marga, una mujer que hace 25 años fue trasplantada de riñón. En lugar de dejar que su nueva condición la limitara, decidió subirse a una bicicleta y recorrer el Camino junto a dos amigas. Tres años después, completaron los últimos 100 kilómetros a pie. Aquella experiencia marcó un antes y un después, no solo en su vida, sino en la de muchos otros pacientes trasplantados que hoy siguen sus pasos, literal y simbólicamente.
Desde entonces, el colectivo de trasplantados de ALCER Salamanca ha convertido el Camino en una tradición anual. Cada año, un grupo de peregrinos se organiza para realizar alguna de las rutas jacobeas, siempre con el mismo espíritu: celebrar la vida y rendir homenaje a quienes lo han hecho posible.
En cada uno de sus trayectos, reservan un momento especial para expresar su agradecimiento a los donantes. Este año, la ceremonia tendrá lugar en Rionegro del Puente, donde leerán un manifiesto en favor de la donación de órganos, como parte de su campaña de concienciación. Para ellos, visibilizar la importancia de la donación es casi tan vital como completar cada etapa del Camino.
Y es que los miles de peregrinos que se cruzan por los caminos no se diferencian unos de otros. Todos realizan el mismo esfuerzo y tienen que superar las mismas adversidades. Solamente cada uno de los peregrinos conoce el motivo por el que se encuentra recorriendo su camino, y para algunos, esta motivación siempre resulta muy especial. Aunque para ese grupo de peregrinos salmantinos, que actualmente a través del Camino Sanabrés esperan llegar ante el apóstol para agradecer que puedan haber superado las adversidades, para ellos más que para otros peregrinos, representa un orgullo poder recorrer ese camino que tan especial es para ellos.
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