Un total de 35 pueblos de montaña de Castilla y León se han adherido al manifiesto mediante el que la Asociación Española de Municipios de Montaña insta a las autoridades sanitarias a incluir la “prescripción de naturaleza” en el tratamiento de patologías vinculadas a la salud mental de las personas.
El manifiesto, respaldado por otros 300 municipios y más de cien personalidades del mundo del deporte y la comunidad científica universitaria, destaca “el impacto positivo de la conexión con la naturaleza en la salud mental y el bienestar de las personas”. “Queremos que la naturaleza sea vista no solo como un recurso de ocio, sino como un elemento esencial para la salud y el bienestar de las personas, porque la evidencia científica es que el contacto regular con espacios naturales reduce el estrés, mejora la salud mental y fomenta la actividad física”.
El manifiesto busca concienciar de los beneficios saludables de la conexión con la montaña, pero también a actores clave de la sociedad española para que se adhieran a la iniciativa que propone la incorporación de programas de prescripción de naturaleza en el Sistema Nacional de Salud, así como la promoción de actividades al aire libre desde los ámbitos institucional, educativo, empresarial y cultural.
Los pueblos de montaña de Castilla y León representan el 12,5 por ciento de los 300 municipios de ámbito nacional que se han sumado a la iniciativa y, repartidos por provincias, seis son de Ávila, diez de León, nueve de Zamora, tres de Burgos, tres de Palencia, dos de Soria y dos de Salamanca.
Voces de montaña
La catedrática y directora del grupo de investigación Armaqol (Advanced Research Methods Applied to Quality of Life Promotion) de la Facultat de Psicologia i Logopèdia de la Universitat de València, Amparo Oliver, suma al manifiesto las evidencias científicas de prescribir naturaleza a partir de las conclusiones de investigaciones recientes que demuestran los beneficios de la prescripción de naturaleza para el bienestar social.
Así, “en un meta-análisis de 971 investigaciones, se confirma que integrar espacios naturales en la vida diaria puede disminuir el cortisol, el estrés, las visitas a centros de salud y reducir los costes sanitarios”, lo que, además de “un beneficio individual”, se trata de “un avance colectivo”. Según recordó la catedrática, en Japón ya se estudia desde 2004 la medicina forestal a través de la Green Social Prescription, que, “en lugar de prescribir fármacos, receta estancias, excursiones o actividades a la naturaleza con un componente social”. Además, afirmó que las investigaciones demuestran que estas prácticas pueden significar “un recorte de hasta el 42 por ciento en consultas básicas y en una disminución de un 23 por ciento en accidentes y emergencias”.
El grupo Armaqol también trabaja en más de 800 casos de la mano de la investigadora Sara Enrique Belda para analizar “el potencial del contacto con la naturaleza también a una salud más laboral”. En este sentido, “cuando se define y se consigue delimitar y cuantificar las dimensiones que conforman el éxito en emprendedores y en el empresariado, se conoce la relevancia del impacto positivo del tiempo en la naturaleza sobre la propia definición de éxito empresarial”.
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