Las monjas procedían de diversos monasterios: Las Clarisas de Villarrubia de los Ojos de Ciudad Real; Carmelitas Descalzas de Toro, Zamora; Cistercienses de Casarrubios del Monte en Toledo; Benedictinas de Sahagún de León o Cistercienses de Villamayor de los Montes en Burgos.
Actualmente, la venta de productos artesanos de alimentación es una de las principales vías de financiación de los conventos. Por ello, desde la asociación y la Escuela de alta cocina han promovido esta colaboración con los monasterios para contribuir a diversificar los productos que comercializan, centrados principalmente en la producción de dulces.
De esta manera, desarrollando nuevas propuestas saladas, las monjas podrán comercializar nuevos productos, "algo que podría ser decisivo en la supervivencia de sus monasterios", según señalan en un comunicado Le Cordon Bleu y la Universidad Francisco de Vitoria.
A nivel formativo, indican que el taller también permitirá a las hermanas actualizar sus recetarios con el aprendizaje de nuevas técnicas y transmitir el conocimiento al resto de las monjas de sus conventos, como han hecho desde hace siglos.
En el curso, impartido por el chef de Le Cordon Bleu Madrid David Millet, las religiosas pudieron aprender a elaborar recetas como Chutney de calabaza, Chips vegetales o Perdices escabechadas. "Se ha pensado en una selección de recetas que les ayuden a aprender nuevas técnicas aplicables a otras elaboraciones", explicó el chef.
La directora de la Asociación Contemplare, Alejandra Salinas, ha explicado que uno de los objetivos principales de la asociación es asesorar a los monasterios en aquello que creen que pueden ayudar y ser más útiles.