La representante de la cinegética y la micología de Zamora Gloria Lucía Martín, del Restaurante El Empalme, ofreció el pasado lunes un taller en el evento por excelencia de la agstronomía internacional: Madrid Fusión. La cocinera de Rionegro ofreció una charla sobre el trabajo que hace en su cocina en la que los asistentes pudieron presenciar a viva voz una de las razones por las que las reservas de su restaurante tienen una lista de espera de meses: la pasión por su trabajo y por los productos de la tierra en la que está asentada.
Su restaurante se aleja mucho de lo que se conoce por alta gastronomía, al menos a primera vista, y es que El Empalme se trata de una edificación del año 1711 que está pegando pared con pared a su casa. Este restaurante de una sola planta se encuentra en medio de tres carreteras -entre las provincias de León y Zamora-, y no es más que la clásica venta, a pie de carretera, en la que parar a comer a mitad del camino, con la diferencia de que en su interior se encuentran algunas de las mejores preparaciones micológicas de España. Gloria Lucía no es cocinera de profesión. Es más bien una autodidacta que, como ella misma explica, todo lo que sabe se lo enseñó su marido, Elías Martín.
“Él, que sí que se ha formado como cocinero, empezó trabajando en la cocina de un restaurante en Suiza en el año 1964. Se marchó allí para formarse en la Escuela de Hostelería de Laussane y para buscar trabajo, donde desde el primer momento comenzó a cocinar con setas.
Yo empecé en la cocina de la mano de Elías cuando abrimos nuestro restaurante a finales de los ochenta en San Sebastián y, aunque yo ya era un poco cocinillas, él ha sido mi maestro y mi escuela”. Ahora, que ya llevan en El Empalme más de 30 años, y con un éxito a sus espaldas que les avala, cabe mencionar que en el momento que se hicieron con este nuevo espacio se trataba de un restaurante desvencijado, abandonado por completo.
Sin embargo, a día de hoy, y con la historia que lleva a sus espaldas, y a pesar de no ser el restaurante que en todo imaginario cabe, se trata de un lugar con historia que, con el esfuerzo y el trabajo de esta pareja, ha recuperado la esencia de las ventas antiguas y la tradición de una cocina que estaba a las puertas del olvido, y que ahora sólo hace que cosechar éxitos en forma de reservas.
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