Manganeses de la Polvorosa y su iglesia particular vivieron el pasado jueves una emotiva jornada con el homenaje a su hijo ilustre, monseñor Julián Barrio Barrio, a la sazón quien hasta el pasado 3 de junio y durante 27 años fuera Arzobispo de Santiago de Compostela.
Con la celebración de una misa solemne en la iglesia parroquial de San Vicente mártir, presidida por el propio prelado, se daba comienzo al homenaje en la que el párroco José María Vecillas le dedicó a monseñor una emotiva alocución de bienvenida ante un templo abarrotado de fieles que contó con las mimadas interpretaciones de la Coral Benaventana.
Junto al obispo y el párroco actuando de maestro de ceremonias, concelebraron el vicario general, Javier Gay, el vicario de pastoral, José Manuel Carrasco, el coordinador de la Unidad Pastoral de los Valles, Miguel Hernández, el arcipreste del territorio zamorano de la Diócesis de Astorga, Agustín Rubio, Marcos Lobato, Antolín de Cela, Jerónimo Martínez Franco, José Antonio Prada, Pedro Centeno, Santiago García, Raúl Vega, P. Carmelo González, Baltasar Villalón, Blas Miguélez, Samuel Prieto y Aliaksandr Tarasevich. De la alocución de agradecimiento se encargó el reverendo Pedro Centeno Vaquero.
Tras la celebración religiosa se descubría un busto dedicado a monseñor Julián Barrio Barrio, el hijo ilustre de Manganeses de la Polvorosa, por parte del alcalde. La efigie del prelado natural del pueblo, quien ya figura también en el nomenclátor de calles, se instalaba en el muro este del templo donde recibió las aguas bautismales.
Monseñor Julián Barrio ante el busto erigido en su honor
El evento se enmarcaba dentro de la programación de la semana cultural que se viene organizando en esta localidad desde el lunes 31 de julio al domingo 6 de agosto.
Un merecido homenaje al eclesiástico de profunda humanidad y gran apego a la tierra que le vio nacer.