La delegada territorial de la Junta, Clara San Damián, ha mantenido esta mañana una reunión en el consistorio de Gallegos del Río con los representantes municipales de los ayuntamientos afectados por el incendio de Lober, acaecido el pasado 15 de agosto, con el objeto de poner en marcha una actuación urgente de restauración forestal en la zona quemada para lo cual se necesita la disponibilidad de los terrenos tanto municipales como de los particulares.
Han estado presentes los alcaldes de Gallegos del Río, Samir de los Caños, Vegalatrave y el concejal de Losacio, así como por el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente y técnicos de este departamento que serán los encargados de dirigir dichas obras. La actuación de restauración y mejora hidrológica-forestal, que ejecutará Tragsa con la dirección de obra por parte de personal técnico del Servicio de Medio Ambiente, está financiada por el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Clara San Damián ha manifestado en el trascurso de la reunión que “los efectos de un incendio de tanta extensión como este de Lober, 1.934,44 ha., sobre los componentes más sensibles del medio son difícilmente cuantificables y se agravan si consideramos que tras meses de fuerte sequía y con un fuerte viento, provocaron combustiones de alta intensidad, produciendo efectos literalmente arrasadores tanto en la cubierta vegetal como en las capas superficiales del suelo y por eso, después del estudio por parte de los técnicos medioambientales se barajan diversas actuaciones encaminadas a la restauracióny mejora hidrológica-forestal”. La delegada Territorial ha señalado que “los trabajos que se van a realizar se refieren a recuperación de riberas y puntos de agua; actuaciones en pistas, accesos y obras de drenaje; tratamientos sobre la vegetación; obras de protección y consolidación de suelos; recuperación de hábitats de especies afectadas y señalización en la zona”.
Por su parte, los alcaldes de los cuatro municipios afectados deberán realizar las gestiones oportunas para ceder los terrenos con el fin de poder ejecutar dichas actuaciones. Se hace necesario realizar intervenciones de choque o emergencia que mitiguen la severidad de daños, fundamentalmente controlando las plagas, la erosión, y la contaminación de las aguas. En definitiva, se trata de medidas conducentes a la rápida recuperación de la cubierta vegetal, basadas en tratamientos selvícolas post-incendio, repoblaciones puntuales y actuaciones sobre el suelo; el objetivo es prevenir la erosión, evitar las pérdidas de nutrientes del suelo y facilitar el restablecimiento de condiciones favorables para la recuperación de la fauna, flora y paisaje.
Finalmente, señalar que en el incendio de Lober se quemaron un total de 1.934,44 ha., de las cuales forestales 1.070,42 ha. (55,35% del total de la superficie) y 857,16 ha. agrícolas (44,31%). La superficie arbolada asciende a 110,24 ha. arboladas fundamentalmente de rebollo (Quercus pyrenaica).