El Grupo de Izquierda Unida de la Diputación de Zamora ha hecho públicas sus preocupaciones tras el análisis de la Cuenta General de 2023, que será sometida a aprobación en el Pleno del próximo 29 de octubre. Según las declaraciones del grupo, los datos reflejan un desmentido rotundo impulso y espíritu reivindicativo que el presidente de la Diputación, Javier Faúndez, ha proclamado para la provincia.
La Cuenta General pone de manifiesto, tal y como señala IU, un déficit en los servicios sociales que asciende a aproximadamente 4 millones de euros, a pesar de la importancia crucial de estos servicios en la provincia. Izquierda Unida ha señalado que la mayor parte de este déficit proviene de la Residencia Virgen del Canto de Toro, "con un gasto total que supera los 2,8 millones de euros, lo que genera una carga financiera significativa, especialmente considerando que la Junta de Castilla y León no financia adecuadamente estos servicios".
En cuanto a la Ayuda a Domicilio, aunque la Junta ha incrementado su aportación, se mantiene un déficit de más de 1,4 millones de euros. Además, la situación en otros servicios, como los centros psicosociales y la guardería de Benavente, revela déficits que cuestionan la capacidad de la Diputación para gestionar adecuadamente los recursos destinados a servicios fundamentales.
Izquierda Unida también ha criticado la notable disminución en las inversiones destinadas a los pueblos, "con un descenso del 9,81% en el presupuesto ejecutado". A pesar de un aumento general del presupuesto, las transferencias a los ayuntamientos para obras y servicios “han disminuido en 4 millones de euros”.
En respuesta a estos datos, Izquierda Unida ha demandado un cambio de rumbo en la gestión de la Diputación, haciendo un llamado a la Junta para que asuma la financiación de los servicios sociales y evitando que estos déficits recaigan sobre los ciudadanos. Asimismo, exigen una gestión más eficiente para garantizar que las inversiones no solo se prometan, sino que se ejecuten con la mayor rapidez posible, evitando el aumento de remanentes y superávits a costa del retraso en las inversiones que afectan a la calidad de vida de los zamoranos.
La situación refleja, según IU, una creciente disparidad entre una Diputación que parece acumular riqueza y una provincia que se empobrece cada vez más.
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