La Diputación de Zamora, nuevamente en el ojo del huracán por la gestión de sus instalaciones, ha tenido que asumir el resultado de una inspección realizada por la Junta de Castilla y León el pasado viernes, que reveló graves deficiencias en la residencia "Virgen del Canto" de Toro. Las cámaras frigoríficas del centro fueron clausuradas debido a su mal estado de conservación, lo que ha puesto en evidencia la falta de cuidado y mantenimiento en la infraestructura de este centro de mayores, cuya gestión está a cargo de la Diputación.
Según algunos empleados de la residencia, la cocina no fue cerrada a pesar de la inspección, ya que su clausura habría dejado sin alimentos a los residentes. A raíz de la inspección, los responsables del centro procedieron a la instalación provisional de cuatro nuevas cámaras frigoríficas para evitar que la situación empeorara mientras se planifican las reformas necesarias.
La Diputación ha anunciado que esta misma semana recibirá el proyecto de reforma de la cocina y los accesos al centro, así como la adquisición de nuevas cámaras frigoríficas, con la intención de licitar las obras de manera inmediata. Sin embargo, los empleados del centro se muestran preocupados por el hecho de que las deficiencias no fueron detectadas en las inspecciones anteriores. La Diputación defiende que las tres actas de revisión previas no señalaron incidencias, aunque los trabajadores aseguran que las condiciones de las instalaciones eran evidentemente deficientes.
A pesar de las críticas, la Diputación de Zamora sostiene que la residencia ha superado con éxito otras inspecciones, como la de riesgos laborales, a raíz de denuncias anteriores. Sin embargo, el mal estado de las instalaciones, sumado a la falta de comunicación de los problemas, ha generado un creciente malestar entre los empleados y usuarios de la residencia.
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