A pesar de la reducción generalizada de donaciones de sangre durante 2013 en todas las provincias de Castilla y León, lo cierto es que los habitantes de la Comunidad autónoma reaccionaron de un modo muy llamativo en la segunda mitad del año y consiguieron que el número de donaciones no disminuyera de un modo tan alarmante como auguraban las cifras parciales del ejercicio, aunque la tendencia a la baja se mantiene.
Y es que, al computar el número de donantes que hicieron ese gesto altruista desde enero hasta mayo de 2013, se contabilizaban poco más de 42.500 donaciones, lo que indicaba que la cantidad se desplomaba un 6,4% respecto a 2012, cuando casi 45.500 donaron sangre en esos cinco meses, según los datos manejados por el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León (ChemCyL) y consultados por zamora24horas.
Es más, sólo en enero y febrero de 2013, las donaciones habían descendido casi un 20% respecto al mismo período del año anterior, según advirtió entonces el presidente de la Federación de Donantes de Castilla y León y de la Hermandad de Donantes de Zamora, Jesús Murias.
En cualquier caso, a pesar de la merma de donantes, la cantidad obtenida ya era suficiente para hacer frente a la demanda de las necesidades asistenciales de los castellanoleoneses y demuestraba, “una vez más, el compromiso de la población con este tipo de actividades solidarias”, según la Junta de Castilla y León.
Esta cifra sirve para recordar que es fundamental mantener un ritmo lo más constante posible en las donaciones, ya que tener reservas suficientes es fundamental para que el sistema sanitario pueda garantizar, en todo momento, que la demanda de componentes sanguíneos de la Comunidad esté perfectamente cubierta.
A falta de conocer los datos definitivos de ámbito nacional para establecer la comparativa de 2013 respecto al año anterior, ya se confirmó la tendencia a la baja del número de donaciones, pasando de más de 1.796.000 en 2012a apenas 1.770.000 el año pasado, casi 27.000 donaciones menos.