¿Qué es una Indicación Geográfica Protegida? Ante la constatación de que son pocos los consumidores que conocen este distintivo sinónimo de calidad, la IGP Lenteja de Tierra de Campos abordó su posicionamiento desde los puntos de vista de los formadores de los futuros trabajadores de hostelería, los envasadores, los servicios de información al consumidor y la administración.
Sobre la mesa se puso la cuestión sobre el conocimiento que existe del concepto Indicación Geográfica Protegida y las limitaciones que esta indicación impone. El hecho de que la población no distinga este tipo de alimentos puede responder, en parte, a la reciente implantación de esta marca de garantía. A lo que se suma un problema endémico de España: el hecho de que aproximadamente el 70% de las legumbres que se consumen en el país son importadas.
Otro de los obstáculos que se encuentran todos los eslabones de la cadena es el control que hace la Unión Europea sobre la agricultura y la ganadería, y las normas a las que se acogen los productos cultivados en Castilla y León, que en algunos casos no están revisadas ni en cuanto a producción, ni en cuanto a ámbito geográfico, ni en cuanto a envasado.
La directora de la escuela de hostelería Alcazarén y el jefe de estudios del IES Diego de Praves, participantes en la jornada, hablaron de la importancia de inculcar, desde la formación, el aprendizaje de lo que es y lo que supone una marca de calidad, además de la distinción por ámbito geográfico y particularidad de cada una de ellas. En ese sentido, coincidieron en abordar acciones conjuntas de la mano de la IGP Lenteja de Tierra de Campos con el objetivo de ampliar el margen de alcance de público objetivo.
Legumbres Luengo, como representante máximo de envasadores de leguminosas, compartió su experiencia: más de 60 millones de kilos de legumbres envasadas al año, y un proyecto de comercialización que llega hasta las redes sociales, donde desde sus perfiles ofrecen recetas sencillas y divertidas para involucrar a los más jóvenes en el consumo de legumbres, sobre todo las de cercanía, las de calidad.
Como conclusión, los participantes insistieron en que las legumbres gustan y se consumen, quizá cada vez más, aunque no haya plataformas de publicidad potentes ni estrategias de marketing detrás.