A última hora de la tarde de este lunes se han vivido momentos de tensión en el Alcázar de Toro al producirse el hundimiento de una de sus crujías. Esta instalación ha sufrido un gran número de reformas desde su construcción, dejando en estos momentos únicamente los muros perimetrales de la obra inicial. En la década de los 80 se instalaron unas falsas bóvedas de ladrillo bajo las cubiertas interiores, siendo una de ella sobjeto de diversas actuaciones para asegurarla con testigos y puntales, tal como ha explicado el propio Tomás del Bien, quien ha recalcado que no ha habido "ningún daño en el patrimonio, sino en un añadido que se hizo malamente en su momento".
Las jornadas de hielo, nieve y lluvias han sido el detonante para el hundimiento de la bóveda, la cual no ha aguantado más y se ha terminado desprendiendo, provocando daños materiales en la sede de la Banda de Cornetas y Tambores Bendito Cristo de las Tres Caídas.
"En estos momentos estábamos actuando en el Alcázar, siguiendo poco a poco con su restauración, y acometiendo obras en la antigua viviendo de encima de la Oficina de Turismo, para ampliar este servicio precisamente. Mañana mismo se empieza a desescombrar lo que ha caído y empezaremos a rehabilitar esa crujía inmediatamente. Tendremos que solucionar problemas de capilaridad y humedad procedentes del adarve y resultantes de actuaciones nefastas a lo largo de décadas...", ha asegurado el alcalde toresano.
Por último, Tomás del Bien ha destacado que llevan "meses trabajando" para encontrar una nueva ubicación a la asociación ante el crecimiento de usuarios y las condiciones del local, por lo que espera que "muy pronto se resuelva".